CIUDAD DE MÉXICO (apro). — El responsable de la cartera del Interior de Colombia, Armando Benedetti, comunicó el 3 de diciembre de 2025 que su teléfono móvil había sido espiado con el programa Pegasus. El funcionario aseguró que un dictamen privado reveló vestigios del software en su aparato y notificó que entregará el informe técnico a la Fiscalía General de la Nación para su cotejo.
Benedetti señaló que el examen forense confirmó la presencia de Pegasus, desarrollado por la compañía NSO Group. Según su relato, el acceso ilegal habría permitido activar funciones internas del terminal, alcanzar archivos y tomar el control remoto del sistema. El ministro mencionó que el descubrimiento surgió tras una revisión solicitada a un experto externo.
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El cargo público recalcó que la intervención implica peligros para la seguridad institucional y para las comunicaciones oficiales del Ministerio del Interior. También sostuvo que la Fiscalía debe precisar el momento de la intromisión, el modo de acceso y la posible autoría.
En septiembre de 2024, Reuters publicó que la Fiscalía colombiana inició una averiguación para aclarar la compra y el empleo del programa Pegasus por parte de entes estatales. De acuerdo con esa fuente, los investigadores buscaban determinar si el software se adquirió en 2021 y si fue utilizado para escuchas ilegales de comunicaciones.
La información de Reuters indicó que la adquisición del sistema pudo haber implicado fondos públicos y que la investigación debía establecer si hubo un uso indebido del programa y si alguna agencia estatal activó métodos de espionaje contra funcionarios, jueces, prensa u opositores. La entidad señaló que la Fiscalía recabó testimonios de miembros de la Policía Nacional y examinó documentación ligada a la supuesta compra.
El estudio de 2024 procuraba identificar el camino contractual y el uso del software, buscando confirmar si operó sin las salvaguardias legales para interceptaciones vigentes en Colombia. Hasta el momento de ese anuncio, no había un veredicto definitivo sobre las responsabilidades.
La queja de Benedetti se suma a ese antecedente, aunque —hasta la fecha de su comunicación— organismos internacionales no habían emitido un nuevo reporte sobre esta acusación concreta.
El ministro indicó que su reporte será puesto a disposición de los avaliadores oficiales de la Fiscalía, quienes deben llevar a cabo un análisis independiente. Benedetti manifestó que proporcionará su equipo y la información técnica para posibilitar el rastreo del proceso.
Según el procedimiento establecido, la Fiscalía puede iniciar una investigación formal si considera que las evidencias de intromisión son compatibles con un ataque con Pegasus. La pesquisa se enfocará en identificar el origen de la intrusión y establecer si se empleó infraestructura pública o privada para efectuar el asalto.
La denuncia también podría desencadenar revisiones internas en dependencias encargadas de labores de inteligencia, las cuales en ocasiones previas negaron el uso directo de Pegasus. Dependiendo de los descubrimientos, las autoridades podrían requerir antecedentes documentales sobre compras tecnológicas, solicitar inspecciones de sistemas y verificar accesos a los registros internos de escuchas legales.
En años recientes, servidores públicos, magistrados y comunicadores han reportado intentos de intervención o seguimientos digitales. En 2024, diversas agrupaciones solicitaron que se investigara el posible empleo de herramientas avanzadas de vigilancia contra actores políticos. Las denuncias motivaron peticiones para establecer sistemas de trazabilidad tecnológica que permitan identificar el uso de programas de escucha no autorizados.
La declaración de Benedetti surge mientras prosiguen abiertas diversas averiguaciones sobre espionaje digital en Colombia. En este marco, la Fiscalía mantiene diligencias sobre interceptaciones anteriores, mientras que agrupaciones ciudadanas exigen mayor transparencia sobre la utilización de tecnologías con capacidad de captar datos de aparatos móviles sin que sus dueños lo sepan.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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