Washington D.C. — El Departamento de Estado de los Estados Unidos reiteró este sábado, a través de sus canales oficiales en español, el propósito del bloqueo naval impuesto a Venezuela. La postura oficial coincide con las declaraciones recientes del presidente Donald Trump, quien desde la Base de la Fuerza Aérea de Dover, en Delaware, aseguró que la maniobra busca recuperar recursos energéticos que, según él, pertenecen a su país.
Según el mandatario, la intervención militar y diplomática tiene como objetivo principal resarcir los derechos petroleros que, bajo su perspectiva, fueron confiscados ilegalmente por el gobierno venezolano.
“No voy a permitir que nadie pase lo que no debería pasar. Recuerde que nos quitaron todos los derechos energéticos, nos quitaron todo el petróleo… Y lo queremos de vuelta. Se lo tomaron ilegalmente”, declaró el presidente Trump.
Aunque la administración de Trump no ha especificado a qué eventos históricos se refiere, analistas sugieren dos posibles escenarios:
1. La era de Hugo Chávez: la confiscación de activos de empresas estadounidenses que se negaron a ceder la mayoría accionaria al Estado venezolano.
2. Nacionalización de 1976: un proceso anterior que transformó la industria petrolera del país, aunque esta opción se considera menos probable en el contexto de las demandas actuales.
Pese a la retórica gubernamental que busca “recuperar” el petróleo, el sector privado estadounidense parece tener otros planes. Según un reporte del portal Politico, el gobierno de Trump ha consultado a las principales firmas energéticas sobre su disposición a regresar a Venezuela en caso de que el gobierno de Nicolás Maduro sea derrocado.
La respuesta de las petroleras ha sido un “no” rotundo. El desinterés del sector privado contrasta con la presión política de la Casa Blanca, evidenciando una brecha entre la estrategia de seguridad nacional y los intereses comerciales actuales de las grandes corporaciones energéticas. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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