WASHINGTON (AP) — El presidente estadounidense Donald Trump anunció el lunes un ambicioso plan para que la Armada construya un nuevo buque de guerra de gran tamaño que él denomina un “acorazado”, como parte de una visión más amplia para crear una “Flota Dorada”.
“Serán los más rápidos, los más grandes y, por mucho, 100 veces más poderosos que cualquier acorazado jamás construido”, afirmó Trump durante el anuncio en su complejo turístico Mar-a-Lago en Florida.
Según Trump, el buque tendrá una eslora mayor y será más grande que los acorazados de la clase Iowa de la Segunda Guerra Mundial, y estará equipado con misiles hipersónicos, cañones de riel y láseres de alta potencia, tecnologías que la Armada aún está desarrollando.
Hace apenas un mes, la Armada descartó sus planes para construir un nuevo y pequeño buque de guerra, citando crecientes retrasos y sobrecostos, y en su lugar optó por una versión modificada de un escampavía de la Guardia Costera que se producía hasta hace poco. El servicio marítimo tampoco ha logrado construir sus otros barcos de nuevo diseño —como el nuevo portaaviones de la clase Ford y los submarinos de la clase Columbia— a tiempo y dentro del presupuesto.
Históricamente, el término acorazado se ha referido a un tipo muy específico de barco: una embarcación grande, fuertemente blindada y armada con cañones masivos diseñados para bombardear otros barcos o blancos en tierra. Este tipo de buque alcanzó su máxima prominencia durante la Segunda Guerra Mundial, y los acorazados más grandes de Estados Unidos —la clase Iowa— pesaban aproximadamente 60.000 toneladas.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el papel del acorazado en las flotas modernas disminuyó rápidamente en favor de los portaaviones y los misiles de largo alcance. La Armada estadounidense modernizó cuatro acorazados de la clase Iowa en la década de 1980, añadiéndoles misiles de crucero y misiles antibuque, junto con radares modernos, pero para la década de 1990 los cuatro fueron dados de baja.
Desde hace tiempo, Trump ha mantenido opiniones firmes sobre aspectos específicos de la flota de la Armada, a veces con una visión orientada a conservar tecnología más antigua en lugar de modernizar.
Durante su primer mandato, solicitó sin éxito que se volvieran a utilizar las catapultas de vapor para lanzar aviones desde los portaaviones más nuevos de la Armada, en lugar del sistema electromagnético más moderno.
También se ha quejado con Phelan sobre el aspecto de los destructores de la Armada, y ha criticado que los buques de esta fuerza militar estén cubiertos de óxido.
En su audiencia de confirmación, Phelan dijo a los senadores que Trump “me ha enviado mensajes de texto numerosas veces muy tarde en la noche, a veces después de la 1 de la mañana”, sobre “barcos oxidados o barcos en un astillero, preguntándome qué estoy haciendo al respecto”.
El lunes, indicó que también participará directamente en el diseño de este nuevo buque de guerra.
“La Armada de Estados Unidos liderará el diseño de estos barcos junto conmigo, porque soy una persona muy estética”, expresó el mandatario.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa. Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.








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