El titular del Instituto Duartiano puntualizó que las manifestaciones de respeto a la soberanía no solo deben limitarse al asunto de la República Dominicana frente al desafío que implica Haití, sino en relación con el orbe entero.
Wilson Gómez Ramírez reiteró que la defensa de la soberanía debe ser ante toda nación, sin importar cuán grandes o poderosas parezcan, puesto que, al final, en lo referente a los Estados, existe una igualdad, con independencia del tamaño o la magnitud.
Gómez Ramírez fue firme al señalar que la República Dominicana es una nación y, para serlo en verdad, debe ser autónoma; no puede someter nada a nadie, ni renunciar, y por eso el pueblo proclama que la soberanía no se negocia ni se entrega; ni temporal ni permanentemente.
El jurista calificó al 2025 como un periodo de mucho ajetreo para la entidad que lidera.
Añadió que ha habido muchas turbulencias en torno a la cuestión patriótica, ya que desde el inicio del año la soberanía dominicana ha enfrentado una fuerte prueba, y en este momento se perciben motivos de inquietud en ese sentido.
“Aquí hemos estado proclamando la soberanía, incluso desde el Estado, con mucha asiduidad últimamente. Pero la soberanía no es solo en función de Haití, sino ante todo el mundo, ante todas las naciones, sin importar cuán grandes o fuertes se presenten, pues a la postre, en la esfera estatal, existe una igualdad, sin importar el tamaño o la extensión. Por lo tanto, la República Dominicana es un Estado y, para merecer esa denominación, tiene que ser independiente, no puede subordinar nada a terceros, ni abdicar, de ahí que la gente afirme que la soberanía no es negociable ni renunciable; ni por un tiempo, ni para siempre”, enfatizó el magistrado emérito del Tribunal Constitucional.
El profesional del derecho recordó que la soberanía es un valor por el cual Juan Pablo Duarte luchó fervientemente.
Detalló que en su propuesta constitucional es sumamente claro al abordar la soberanía, la autodeterminación y la independencia.
“Y lo mínimo que debemos hacer los dominicanos en su honor y recuerdo es batallar con la misma pasión, firmeza y valentía que él lo hizo”, aseveró.
Wilson Ramírez recordó que el prócer fundador de la identidad dominicana no cedió, y fue categórico ante la ocupación haitiana, forzosa, con presencia militar durante 22 años, y anteriores incursiones.
“Pero también lo fue, y demostró su entereza, frente a los españoles durante la anexión y la Guerra de la Restauración; y España era un país por el cual él sentía afecto, dado que su padre era español, y su madre también poseía linaje de la nación ibérica, lo que implica que se educó en un hogar donde la cultura española estaba muy arraigada”, indicó.
Explicó que “a pesar de ello, él, que estaba en Venezuela, acudió al llamado de la patria, vino acompañado de un alto oficial venezolano, Candelario Oquendo, y otros patriotas dominicanos, y se presentó, deseando ser un combatiente más en defensa de la nación”.
“Si eso hizo Duarte, y fue su enseñanza, que marcó su diferencia con el grupo conservador, ¿qué debemos hacer nosotros desde la institución que representa su ideal, su obra, su vida y ejemplo, sino adoptar de forma inquebrantable su postulado soberano, y exigir el respeto a la autonomía nacional, sobre todo cuando el texto constitucional vigente establece que la soberanía reside en el pueblo?”, inquirió el presidente del Instituto Duartiano.
Wilson Gómez Ramírez manifestó gran preocupación por el acuerdo firmado el miércoles anterior entre la República Dominicana y Estados Unidos, en lo relativo a “la operación desde suelo nacional de autoridades de otra nación y operativos que implican el movimiento de armamento, ya que no es solo combustible, y eso ya requiere un análisis y una meditación”.
Con ese fin, Gómez Ramírez informó que el Instituto convocó a su Junta Directiva Nacional a una sesión especial de emergencia, a la luz de los convenios invocados y la Constitución de la República, para definir su postura.
“Por supuesto, como ya he mencionado, estamos preocupados; de hecho, nos inquieta mucho lo que está sucediendo, y eso motiva la emisión de una postura clara que debe alinearse con la vehemencia y el sentido de responsabilidad con que actuó el propio Duarte”, precisó el jurista en entrevista en el programa D´AGENDA.
Aclaró que, respecto a los delitos transnacionales, existe un consenso mundial en colaborar y asistir, en hacer esfuerzos para que los diversos países hagan frente a esa modalidad delictiva, y eso no está en debate.
Sin embargo, recordó que “seguido se esgrimen argumentos y somos testigos privilegiados de lo que ocurrió aquí en 1965 y la justificación de salvar vidas; aquello desembocó en una situación muy difícil para la patria, como resultado de esa intervención y la presencia de tantos soldados que se inmiscuyeron en un asunto que correspondía a los dominicanos, y que hubiéramos podido resolver”.
“Y otras justificaciones que se han presentado, intervenciones en otros países alegando armas nucleares, y al verificar no hay nada de eso, pero se produjo una incursión que costó vidas y la permanencia de líderes en esas naciones”, agregó.
El dirigente del Instituto Duartiano indicó que todos esos antecedentes sitúan al país en una posición de cautela, porque un argumento no siempre refleja la realidad.
“Ahora, la República Dominicana tiene que proteger su esfera de soberanía y mantener su ética al más alto nivel, porque de las acciones inapropiadas surgen riesgos, ya que hemos tenido la autoridad moral para exigir la autonomía, la independencia y la autodeterminación, porque hemos sido cautelosos. Incluso en los momentos más arduos hemos sido cuidadosos, además de enérgicos, claros y responsables”, aconsejó el profesional del derecho.
Un magistrado emérito del Tribunal Constitucional criticó el fallo emitido por dicha corte, con el cual se declararon inconstitucionales las normativas que sancionaban las relaciones entre individuos del mismo sexo dentro de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.
“En este caso, es innegable que el dictamen ha provocado una conmoción nacional y reacciones de ámbitos muy importantes del país; la propia sentencia incluye el voto en desacuerdo de la joven magistrada Army Ferreira, que personalmente me impactó por su perspicaz análisis de las situaciones y esa visión global que no permite desviarse”, explicó Wilson Gómez Ramírez.
Añadió que el argumento de la magistrada Ferriera debió ser considerado durante las discusiones previas a la emisión de ese fallo, y por ello se le debió prestar atención.
“No solo por los preceptos que ya estaban anulados, que carecían de vigencia y que conducían a la inutilidad y la improcedencia, sino también por otros razonamientos que ella expone y establece que allí no se está, en el caso de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, en el ejercicio de la vida privada; ahí se ejerce una función pública, y por ende esos aspectos no deben permear ese ámbito”, especificó Gómez Ramírez.
Aclaró que en la esfera privada no se viola la intimidad de nadie, “pero llevarlo al escenario de instituciones fundamentadas en la disciplina, en los principios, y donde cualquier conducta incorrecta impacta, afectando el nombre de la institución”.
El exjuez del TC recordó que la cuestión de la ética posee un componente de orden público; es decir, hay un orden público particular, y por eso, cuando un médico, abogado, ingeniero o periodista falla en su ética, hay una penalización.
“Pero la sanción no es únicamente por cometer la falta, sino porque se menoscaba la imagen del colectivo y le afecta, y por eso el asunto es tan delicado”, explicó el jurista al responder preguntas en el programa D´AGENDA.
Wilson Gómez afirmó que “eso fue innecesario, como se ha dicho, y yo lo considero así; es una resolución que bien se pudo haber evitado. Eso ha mermado el ya ganado prestigio del tribunal porque, de cualquier modo, esas objeciones y réplicas de las propias Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, de las iglesias, que son potencias que no se pueden ignorar, eso perjudica y debe prevenirse, y creo que es una experiencia que no debe pasarse por alto y que se debe considerar”.
Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
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