Por Salvador Holguín
Cuando el presidente Danilo Medina Sánchez emitió el Decreto 327-13 el 29 de noviembre del 2013 todos pensábamos que era para solucionar el problema migratorio de los haitianos que se encuentran de forma ilegal en el país, pero fue todo lo contrario. Después de culminar el proceso de regularización, el gobierno de Danilo Medina reveló con bombos y platillos que el 98% de los beneficiados en el plan de legalización eran haitianos, y que en total habían sido documentados cerca de 250 mil extranjeros, todo se trató de un engaño bajo el pretexto de legalizarlos, fue ahí donde inició el plan de fusión dominico-haitiana… Ahora es cuando más haitianos hay de forma ilegal en la República Dominicana.
En el año 1937 cuando gobernaba el presidente Rafael Leónidas Trujillo se daba una invasión parecida de haitianos hacia nuestro territorio de manera irregular, pero se le dio respuesta contundente ya que la patria estaba en peligro. Trujillo se pronunció en Santiago de los Caballeros durante una reunión que sostuviera allí con la juventud dominicana a raíz del llamado “corte de 1937”, donde dijo las siguientes palabras históricas: «Si mis manos se han manchado de sangre, ha sido para salvar el país de la haitianización y a la generación de ustedes. Dentro de cincuenta años la ocupación del territorio nacional por parte de Haití significará para ustedes, que los haitianos podrán elegir autoridades dominicanas, podrán poner y disponer, podrán mandar a Duarte y a los Trinitarios al zafacón de la historia y anular para siempre sus ideales y su abnegada lucha, los cuales, ideales y lucha, no tienen ningún sentido para los haitianos. Estancados en su error, los haitianos piensan que este lado les pertenece, y como ven que somos gente decente y pacífica, mansos vecinos que nunca les hemos invadido, creen que pueden venir aquí a hacer y deshacer. Hasta hace poco andaban por ahí robando y matando reses a su antojo, como si fuesen animales silvestres y sin dueños, o como si aquí no hubiera ley ni autoridad, y ahora han aprendido que aquí hay Ley y hay Autoridad”.
Trujillo le advirtió a los jóvenes dominicanos: «En esa gente no se puede confiar, cuiden su país con más ahínco después de mi desaparición del escenario político nacional, traten de preservar los programas de dominicanización fronteriza que yo he creado, y ciertamente, extiéndanle la mano al necesitado, concédanle incluso un rincón para vivir como ya hicimos al cederles Hincha, pero no dejen que les invadan su casa ni sus haciendas ni su patria, y mucho menos que se las arrebaten con argucias o con fuerza. Recuerden siempre las palabras sacrosantas del padre de la patria Juan Pablo Duarte: Dios, Patria y Libertad”.
El sucesor del dictador Rafael L. Trujillo en 1961 fue el presidente Joaquín Balaguer quien en una intervención ante La Organización de los Estados Americanos (OEA) dijo lo siguiente: «Sería para mí un auténtico despropósito aceptar el asentamiento de haitianos en tierras dominicanas, un desconocimiento, una negación y una ofensa a la memoria de tantas y tantos dominicanos que todo lo sacrificaron por la patria, por esta patria de Duarte, de Sánchez y Mella, porque la patria se respeta, se defiende y punto”. No entendemos por qué Danilo Medina no asume una posición firme y decidida como los presidentes Trujillo y Balaguer, qué cosa tan grande se lo impide que no sea que tenga la nación dominicana comprometida con los Estados Unidos, Canadá y Francia para la fusión dominico-haitiana.
Hace poco el expresidente colombiano Álvaro Uribe expresó que: “República Dominicana está siendo víctima de una invasión territorial pacífica de parte de los haitianos, la comunidad internacional está apoyando esta invasión para no darle ayuda al pueblo haitiano. Los dominicanos están solos en esto y en peligro de naufragar como nación”. Así como también la señora Marine Le Pen, presidenta del Partido Nacionalista Francés, dijo: «La Invasión territorial haitiana es organizada y programada para reemplazar a la población dominicana, República Dominicana no tiene la capacidad para asimilarlos a todos , el resultado será un conflicto racial sin precedentes cuando los dominicanos vean su realidad”. Ambas declaraciones han dejado al pueblo dominicano estupefacto, las mismas son para preocuparnos por el nivel de los líderes que las expresan.
Esta semana revelamos al país que el presidente Danilo Medina negoció la fusión de Dominicana con Haití por el caso Odebrecht con los Estados Unidos, revelación que creó revuelo debido a que nos apoyamos en una fuente internacional, quien nos confirmó que Danilo lo hizo para salir de la encerrona del escándalo de corrupción, sobornos y sobrevaluación de la empresa Odebrecht, el cual implica a un hombre de los suyos, financista de su ascenso al poder en el 2012 y la reelección del 2016, Ángel Rondón. Para confirmar lo que estamos diciendo solo hay que observar que de los 14 encartados en la cárcel de Najayo nada más quedan dos, y el gobierno sólo esperará el momento para dejarlo en libertad…
Para complicarse aún más el tema de la fusión, el exdiputado Pelegrín Castillo afirmó esta semana lo que nosotros revelemos en el programa «Lo Que Otros Callan», que se transmite por Teleradio América de lunes a viernes de 3 a 4 de la tarde, el excongresista y dirigente del Partido Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín, denunció que Estados Unidos tiene un plan fino y bien definido para fusionar a la República Dominicana con Haití, y criticó al Gobierno del mandatario Danilo Medina por el mal manejo que le ha dado al tema migratorio con los ciudadanos haitianos. Es por todo esto que estamos convencidos de la Fusión Dominico-Haitiana del presidente Danilo Medina, de la cual quisiéramos estar equivocados.