Hipertextual
La cuestión de los riders se está convirtiendo en una lucha demasiado larga, pero ahora pasa a ser a tres bandas. Por un lado, de los repartidores contra las propias compañías de última milla y, ahora, de los primeros contra los propios sindicatos. ¿El motivo? La unión de UGT, en último momento, a la historia de los modelos de relación laboral que las tecnológicas mantienen con sus propios repartidores. Y eso no ha gustado demasiado a los que llevan luchando desde hace meses.
El viernes, UGT emitía un comunicado mediante el cual informaba de una denuncia ante Dirección General de Trabajo sobre estas empresas. Dicho texto exponía el posicionamiento del sindicato en referencia a compañías como Glovo, Deliveroo o UberEats y sus modelos de contratación. A ojos de la organización, las tecnológicas mantienen un sistema de falsos autónomos por su definición de los precios, horas de trabajo, utilización de enseñas de la corporación o estrictas normas de comportamiento ante el público. En resumen, las quejas que los diferentes grupos de profesionales llevan reclamando desde la pasada primavera; cuando, de hecho, ya iniciaron procesos de huelga y protesta en las calles de la capital. ¿El resultado? Un cambio en el modelo de contratación en España pasando del autónomo 100% al TRADE.
Aún así, algunos siguieron sin aceptar la situación planteada y rechazaron tal propuesta. Casi 200 riders de Deliveroo, de los más de 1.000 con los que contaba la plataforma en aquel momento, no firmaron el nuevo modelo de relación. En Valencia, una Inspección de Trabajo alentada por los propios repartidores determinó precisamente esa situación de falsos autónomos. Sin validez jurídica, la realidad es que ahora Deliveroo tiene el turno de recurrir dicho anuncio. Del resto de compañías mencionadas por UGT en su comunicado no se ha tenido queja, hasta la fecha, por parte de sus empleados, centrándose las miradas prácticamente en la compañía británica de comida a domicilio.





