(EL MUNDO)-El Gobierno de Nicolás Maduro ha declarado persona ‘non grata’ al embajador español Jesús Silva Fernández “en virtud de las continuas agresiones y recurrentes actos de injerencia en los asuntos internos de nuestro país por parte del Gobierno español”, según acaba de anunciar en su cuenta de Twitter el canciller bolivariano, Jorge Arreaza.
La decisión revolucionaria, que conlleva la expulsión del país sudamericano del diplomático español, se toma tras las sanciones de la Unión Europea contra siete altos dirigentes chavistas, muy cercanos al ‘hijo de Chávez’.
En el comunicado emitido por Cancillería también muestra su “categórico rechazo” a las declaraciones realizadas ayer por Mariano Rajoy, jefe del Gobierno español. El Gobierno venezolano acusa al español de estar detrás de las sanciones europeas para cumplir las “órdenes” emitidas por Estados Unidos.
En cambio, el Gobierno bolivariano aprovecha la nueva crisis diplomática con España para defender sus políticas económicas y sociales, inmerso ya en una precampaña para las elecciones presidenciales convocadas por una Asamblea Nacional Constituyente que no reconocen la gran mayoría de los países europeos.





