Hipertextual.- El futuro de Uber ya se ha definido, en términos generales, que de aquí a un tiempo ha tomado un curso muy diferente al que tenía en origen con la nueva directiva, un proyecto con buen fondo, que aunque siguiendo la estela de bitcoin y sabiendo que gran parte de las criptos han fallado en su intento, puede gozar de algo más de suerte gracias al nombre de su creador.
La llegada de Dara Khosrowshahi como CEO de la compañía de transporte marcó un antes y un después en el devenir de los acontecimientos, con sus más y sus menos, y heredando una situación compleja de la etapa Kalanick, la tecnológica ha tomado la senda de la cordura.
Salvo algunos detalles que siguen sembrando la polémica, especialmente a los referentes a la brecha salarial de la compañía, Dara ha tomado las riendas con el perdón por delante y con el firme objetivo de llevar a Uber a los mercados públicos de aquí a un par de años a más tardar.
El caso de Garrett Camp, co-fundador de la tecnológica junto a Kalanick, no fue de los más polémicos, pero quizá sí de los más comprometidos dentro de la compañía. Como directo de operaciones de la misma, y una de las manos más cercanas al antiguo CEO de la compañía, Garrett estaba entre dos paredes.
Por otro lado, la dramática marcha de Travis bajo la mano de la junta directiva que consideraba que su trabajo había puesto en ridículo el nombre de la compañía dio como rumor que, tras el famoso empresario, iría Camp. Se llegó a insinuar que, durante meses, el director de operaciones había dejado de ejercer como tal. Sin embargo, la últimas informaciones apuntan a que de momento, Camp sigue trabajando para la compañía de transporte.
Asimismo, la actividad del co-fundador (a estas alturas ya multimillonario por las sucesivas entradas de capital en la compañía) no ha querido parar en su ritmo de actividad. Por una parte, el empresario cuenta con un fondo de aceleración de tecnológicas: Expa. Más conocido también por ser un venture builder, o creador de empresas con modelos similares a los de Rocket Internet, Garret también ha utilizando su puesto de fundador de la compañía para lanzar otros de sus proyectos.
Su última creación se ha centrado en una criptomoneda. Llamada Eco, esta divisa digital emitirá 1.000 millones de tokens de los cuales el 50% se entregarán a los primeros 1.000 millones de humanos registrados y con su consecuente verificación.
El objetivo del proyecto, explica en su texto de presentación, es demostrar que pueden existir criptomonedas que no generen tantos problemas como las más populares. El gran número de tokens presentados quiere evitar la volatilidad que sufren aquellas que pecan de escasas; con una conversión token-dólar no está previsto que alcancen un precio mayor. Según el empresario, se busca hacer de las carteras virtuales un hecho accesible a todos los públicos. Se apunta, asimismo, a un ahorro eficiente de la energía consumida por la ausencia de mineros consumiendo electricidad.
En este caso, el famoso directivo ha cambiado de sector completamente, pasando del transporte a la salud. No está claro si por huir de su pasado o por condiciones de su contrato. Kareo, vendría a ser una compañía médica de seguros privados para ayudar en las comunicaciones, pagos y comercialización del paciente.
De seguir la misma estela que en Uber, el futuro de Kareo pasaría por una gran internacionalización (ya han levantado casi 120 millones de dólares) y un polémico sistema de escalado entrando en conflicto con varias regulaciones médicas locales.