Estados Unidos.- Bill Cosby volvió a sentarse en el banquillo de los acusados. Lo hizo ante el mismo magistrado en los suburbios de Filadelfia que en junio anuló el juicio por abusar sexualmente de Andrea Constand. Entonces el jurado fue incapaz de llegar a un veredicto. Esta vez, sin embargo, el clima social es muy diferente por el movimiento MeToo y el proceso contra el antiguo doctor del equipo de gimnasia olímpica Larry Nassar.
El segundo juicio contra el que fuera conocido como el “Padre de América” arrancará el 2 de abril. En la vista preparatoria en Norristown quedó claro cuál es el gran reto para la defensa. El equipo que lidera Tom Mesereau, que representó a Michael Jackson en el proceso por abuso sexual infantil, libró una dura batalla con el fiscal Kevin Steele sobre el número de mujeres que pueden testificar contra Bill Cosby.
Cosby estuvo presente durante el intercambio inicial pese a la muerte de su hija Ensa, hace solo una semana. Entró a la sala un par de minutos antes que el juez Steven O´Neill. Se mostró tranquilo aunque con un semblante más serio de lo habitual. No lo hizo Andrea Constand. “Este es un nuevo juicio”, insistió el magistrado, “completamente nuevo. Los testimonios del anterior proceso no se pueden utilizar”.
El caso se remonta a enero 2004, una fecha que cuestiona la defensa en un intento porque se desestime el caso. El comediante, que tiene ahora 80 años de edad, es acusado de drogar y penetrar con sus dedos a la antigua empleada de la Universidad de Temple, cuando esta estaba inconsciente. Cosby y Constand se conocieron cuando ella dirigía el equipo de baloncesto femenino del alma máterdel viejo actor. Los dos establecieron una profunda relación de amistad.





