El Gobierno va a centrar las miras de su reforma fiscal, en principio, en las grandes compañías. En concreto, los cambios en el impuesto de sociedades –que establecerán un tipo mínimo del 15% a partir del cual no se podrán aplicar deducciones– no afectarán ni a las pequeñas ni a las medianas empresas.
Además, la llamada tasa Google, que gravará parte de la actividad de los gigantes tecnológicos, se aplicará de manera inminente. Éstas son algunas de las principales novedades que avanzó ayer en el Congreso de los Diputados la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, durante su comparecencia para informar sobre las líneas maestras que emprenderá a partir de ahora su departamento.
A pesar del alza impositiva, que los empresarios y sectores como la banca apuntan que podría afectar a la economía y, con ello, a los consumidores, la ministra de Hacienda se empeñó muy mucho durante su comparecencia en aclarar que «ciudadanos, clases trabajadoras y clases medias» quedarán indemnes.
Según dijo, los ciudadanos han vivido ya diferentes subidas de impuestos durante la crisis económica. La idea de Hacienda es lanzar primero una reforma del impuesto de sociedades dirigido a que las grandes corporaciones paguen más, del que quedarían exentas pequeñas y medianas empresas.
De manera más inminente, el Ejecutivo aprobará también una ley para la creación de impuestos dirigidos a determinados servicios digitales.
La idea es que las tecnológicas tributen por los ingresos que reciben por publicidad «on line», así como por actividades intermediarias de plataformas digitales que faciliten la venta de bienes o servicios o por actividades de venta de datos que se generan con información proporcionada por el usuario.
Más adelante, España aprobará un paquete de fiscalidad verde. Según Montero, este paquete no afectará a profesionales ni autónomos y su objetivo será cambiar la dinámica, prevenir situaciones que afecten a la economía y contribuir a la sostenibilidad y a la economía circular.
Pese a las críticas lanzadas por las principales entidades bancarias el pasado martes, la ministra insistió en que el Gobierno seguirá avanzando en la fiscalidad de las entidades financieras. En su opinión, el Ejecutivo entiende que este sector «todavía no ha hecho una contribución efectiva en términos de tributación». No obstante, según informa Ep, Montero matizó que este gravamen se diseñará en línea con los pasos dados en Europa.
La ministra también anunció que su departamento revisará el impacto que tienen los principales impuestos sobre las mujeres, ya que, a su juicio, la fiscalidad «debe incorporar una perspectiva de género».
Según explicó, en el paquete de medidas fiscales que aprobará el Gobierno lo antes posible se revisará el impacto que tienen entre las mujeres las principales figuras impositivas para analizar imposiciones y desgravaciones. Asimismo, apuntó, se introducirán incentivos fiscales para que las empresas contraten a mujeres y fomenten la presencia de la mujer en los consejos de administración.
En el mismo sentido, informa Efe, subrayó que el Gobierno tiene intención de bajar el IVA de los productos de higiene femenina, actualmente en el tipo general del 21%, dentro del marco de medidas que propugna la Unión Europea al respecto. Se tratará, en definitiva, de una legislación transversal en la que estarán implicados diferentes ministerios, dirigida a evitar que las empresas «dejen de penalizar por el hecho de ser mujer».
Por otro lado, Montero reconoció que aún habrá que esperar para que se materialice una reforma de la financiación autonómica. Según admitió, no se puede hacer un cambio integral del modelo durante esta legislatura, y culpó de ello «al nulo trabajo político del anterior Ejecutivo».
En su opinión, el reparto de los objetivos de estabilidad «es injusto y desproporcionado» y ha llevado a las autonomías a un ajuste más duro que el acometido finalmente por el Estado. En este sentido, apuntó que las reestructuraciones de deuda no son sustitutivas de la reforma de la financiación autonómica.