La bolsa española cerró plana a pesar de los comentarios de Donald Trump en lo que aseguró que está dispuesto a extender los aranceles de productos chinos hasta los 500.000 millones de dólares.
El presidente norteamericanos amenazó también con imponer aranceles a los vehículos europeos, lo que ha desatado las ventas en el Dax alemán. En estos momentos el temor a una guerra comercial a mayor escala es el principal catalizador de los mercados, a pesar de haber inaugurado recientemente la temporada de presentación de resultados empresariales.
El entorno de bajos tipos de interés, unido a la posibilidad de que el nuevo gobierno introduzca nuevas medidas como el impuesto a la banca y un límite en las comisiones ha seguido presionando al sector financiero, que está lastrando el comportamiento del Ibex 35. La próxima semana se volverá a reunir el BCE y publicará las nuevas previsiones de inflación. Aun así no esperamos un endurecimiento monetarios antes de lo previstos al contrario que en los EEUU.
El selectivo español cumple tres semanas cotizando dentro del rango comprendido entre los 9.650 y los 10.000 puntos y será complicado que lo abandone, hasta que no desaparezcan las dudas sobre la estabilidad económica. La próxima semana conoceremos los resultados de la mayoría de valores españoles, entre los que destacamos Santander, Telefónica, Iberdrola, Repsol y BBVA.
