REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Tras varias horas de incertidumbre finalmente se conoció a última hora del miércoles que Francia será el país que analice las cajas negras del avión de Ethiopian Airlines que se estrelló este domingo en Etiopía, un siniestro que causó 157 muertos y que ha defenestrado la confianza en el modelo de la aeronave implicada, el Boieng 737 MAX. De los resultados del análisis, que se llevarán a cabo en la prestigiosa Agencia de Investigación y Análisis (BEA, por sus siglas en francés) para la Seguridad de la Aviación Civil, cerca de París, pende el futuro de este tipo de avión, que ha sido vetado del espacio aéreo.
Una delegación etíope se encuentra en la capital francesa para entregar las cajas negras tras reconocer que no tenía capacidad de examinarlas y solicitar la ayuda de las autoridades francesas, que serán quienes cooperen con la investigación sobre las causas del accidente aéreo.
Una delegación de Ethiopian Airlines se encuentra en la capital francesa para entregar las cajas negras
El análisis de estos aparatos que registran la actividad de los instrumentos del avión y las conversaciones de los tripulantes puede ser crucial para aclarar la causa del accidente del Boeing 737 MAX 8que se estrelló pocos minutos después de despegar del Aeropuerto Internacional Bole de Adís Abeba, con rumbo al Jomo Kenyatta de Nairobi. Los 157 fallecidos pertenecían a 35 nacionalidades, sobre todo de Kenia, Etiopía, Canadá y nueve de Francia, además de 22 miembros de varias agencias de las Naciones Unidas y dos españoles.
La tragedia provocó que numerosos países prohibieran esta semana en su espacio aéreo el uso del Boeing 737 MAX 8 y 9 debido a las dudas que han surgido sobre su seguridad. En octubre de 2018, otra aeronave MAX 8 de la compañía Lion Air se estrelló en Indonesia a los 12 minutos de despegar el pasado 29 de octubre, según los informes preliminares de una de las cajas negras por fallos en el sistema automático, causando 189 muertos.
La BEA es una de las agencias de accidentes aéreos más activas del mundo
La BEA es una de las agencias de accidentes aéreos más activas del mundo junto con la Junta Nacional de Seguridad del Transporte de los Estados Unidos y tiene laboratorios en su sede de Le Bourget. El centro de investigación ha sido responsable de investigar principales desastres aéreos como el accidente de Rio-París en 2009, de Germanwings en 2015 y el Concorde en 2000.
