La oposición haitiana rechazó ayer el llamado al diálogo del presidente Jovenel Moise, en medio de violentas protestas que tienen paralizado al país caribeños hace más de un mes.
Durante el último año, Haití se ha hundido aún más en su crisis política, agravada por las protestas anticorrupción que exigen la dimisión de Moise.
Los opositores han instalado barricadas en todo el país, paralizando prácticamente toda actividad, especialmente en áreas rurales en las que el transporte de mercancías básicas como agua, alimentos y medicamentos se ha vuelto casi imposible.
El martes por la noche, la presidencia divulgó una lista de siete exministros y consejeros del partido elegidos para liderar las negociaciones que buscan poner fin a la crisis.
Según André Michel, uno de los militantes que lidera las protestas, “los principales líderes de la oposición no aceptarán reunirse con una comisión destinada al fracaso y que no tiene credibilidad”.
Otra protesta nacional, que ya estaba programada antes de la extensión de la oferta de diálogo de Moise, está prevista para el próximo viernes.
