NUEVA YORK.-La Fiscal General del Estado, Letitia James, anunció que Nueva York y otros Estados han llegado a un acuerdo con el distribuidor farmacéutico Reckitt Benckiser Group («Reckitt») para resolver las acusaciones de que la compañía comercializó y promovió indebidamente el medicamento Suboxone, lo que resultó en gastos indebidos de los fondos estatales del Medicaid.
Reckitt pagará $700 millones por el arreglo de las acusaciones, incluyendo las que resolvió con el gobierno federal a principios de este año. Como parte del acuerdo, el programa Medicaid de Nueva York recibirá más de $71.9 millones de dólares en recuperaciones, y más de $39.9 millones serán devueltos al Estado de Nueva York.
«Las compañías farmacéuticas tienen el deber básico de garantizar que divulguen y comercialicen adecuadamente los medicamentos potentes», dijo la Fiscal General James.
“Reckitt engañó al público sobre los impactos reales de Suboxone y alentó a los médicos a recetarlo erróneamente, mientras engañaba a Nueva York con decenas de millones de dólares en el proceso. Ninguna compañía está por encima de la ley y continuaremos investigando y procesando a cualquiera que se aproveche de la crisis de los opioides para aumentar sus ganancias”, agregó.
Suboxone es un medicamento aprobado para utilizarse en el tratamiento de la adicción a los opioides y evitar o reducir los síntomas de abstinencia durante el tratamiento. Suboxone y su ingrediente activo, la buprenorfina, son opioides potentes y adictivos.
Reckitt ha pagado un total de $700 millones para resolver varias acusaciones de fraude civil que afectan al Medicaid y a otros programas de salud del gobierno. Más de $400 millones de dólares se destinarán a los programas del Medicaid.
El Programa de Medicaid de Nueva York recibirá $71,953,065.74 en fondos recuperados de Reckitt, mientras que $39,941,582.30 serán devueltos al Estado. Para resolver su posible responsabilidad penal derivada de una alegada conducta inapropiada, como se estableció en la acusación de Indivior, Inc., Reckitt ha firmado un acuerdo separado de no-procesamiento judicial.
El acuerdo civil es el resultado de las acusaciones de que, entre 2010 y 2014, Reckitt directamente o a través de sus filiales, a sabiendas:
Promovió la venta y el uso de Suboxone a los médicos que escribían recetas a pacientes sin ningún tipo de asesoramiento o apoyo psicosocial, de modo que las recetas no eran para una indicación médicamente aceptada, pero para usos que eran inseguros, ineficaces y médicamente innecesarios y que a menudo se desviaban para usos que carecían de un propósito médico legítimo;