EFE
En momentos de crisis es donde la gente más evalúa a sus líderes y en una situación extrema como la del coronavirus, gobernantes como el uruguayo, Luis Lacalle Pou, y el peruano, Martín Vizcarra, son vistos como ejemplos de buena gestión, mientras que sus pares de Brasil, Jair Bolsonaro, y de Venezuela, Nicolás Maduro, son criticados por una reacción tardía.
Mientras, las instituciones que mejor salen paradas en una docena de países de Latinoamérica son la Policía y las Fuerzas Armadas, según un nuevo estudio de Ipsos, que consultó entre el 27 de marzo y el 6 de abril a 353 líderes de opinión y periodistas de 14 naciones.
Además de la crisis sanitaria generada por el COVID-19, que ha dejado al menos 2.800 muertos y más de 68.000 enfermos en la región, la economía es la otra gran preocupación de los encuestados: menos del 10 % cree que en una recuperación en los próximos meses.
RÁPIDEZ Y FIRMEZA, RECONOCIDAS
Frente al manejo que cada Gobierno le ha dado a la pandemia, los encuestados consideran que Uruguay y Argentina son los que mejor lo están haciendo, con una aprobación del 62 %, seguidos por Perú ( 59 %), Colombia (56 %) y Chile (51 %).
En una escala media se ubican Bolivia (38 %), Cuba y Panamá (36 %) y Ecuador (32 %), mientras que con una calificación negativa aparecen Brasil (14 %), México (12 % ) y Venezuela (11 %).
Datos reflejados en los niveles de aprobación de sus respectivos mandatarios, con el uruguayo Luis Alberto Lacalle Pou, posesionado el primero de marzo pasado, encabezando el listado con un 59 % a favor.
Un ejemplo de cómo la gestión de la crisis tiene nombre propio es el del presidente peruano, Martín Vizcarra, a quien le va aún mejor que a su Gobierno y ocupa el segundo lugar (56 %), tras tomar medidas firmes y rápidas (cuarentena), proactivas (bonos económicos para los desfavorecidos) y con transparencia (evaluación en persona diariamente de la situación).
A su colega chileno, Sebastián Piñera (40 %, quinto en la lista), su actuar le ha servido para dejar un poco atrás la polarización que vivía el país desde octubre pasado y logró recuperar 8 puntos porcentuales frente a la encuesta de diciembre pasado.
Por el contrario, los expertos le pasan factura al mexicano Andrés Manuel López Obrador (19 %, puesto 10), que tardó en tomar medidas contundentes frente a un virus al que tiende a menospreciar, y al brasileño Jair Bolsonaro (16 %, puesto 11 %), que ha tildado de simple “gripita” al COVID-19 y ha desautorizado a gobernadores por ordenar toques de queda.
En el último lugar está Nicolás Maduro (6 %), que ve cómo la crisis social, política y económica no cede pese a la pandemia y que desde el exterior y la oposición en Venezula es visto con recelo por las medidas que ha dictado y poca confianza frente a las cifras que da su Gobierno sobre la enfermedad.
POLICÍA Y FF.AA., LAS MÁS EFICIENTES
La Policía y las Fuerzas Armadas, con una aprobación del 78 % cada una, son percibidas como las instituciones de mejor manejo de esta crisis; seguidas por los medios de comunicación (71 %) y los sistemas de limpieza pública y de salud pública (70 % cada uno).
Más atrás aparecen los sistemas de salud privados y las empresas privadas (60 % cada uno) y la ciudadanía misma (55 %), cuyo actuar es vital a la hora de enfrentar al coronavirus.
Por debajo del 50 % solo está una entidad: los ministerios de Economía o Hacienda, cuya gestión es calificada positivamente solo en un 48 % de los casos.
ECONOMÍA, UN LARGO CAMINO
Y es que justamente es la economía, después del tema sanitario, la mayor preocupación actual de la sociedad latinoamericana, algo que ratifican los encuestados, que en menos de un 10 % creen en una pronta recuperación en dicho renglón.
Los de mejores perspectivas son Uruguay (37 %), Colombia (35 %), Chile (33 %), Perú (32 %) y Panamá (27 %), que podrían levantarse el próximo año, mientras que México (42 %), Bolivia (39 %) y Ecuador (38 %) lo harían en 2 o 3 años.
La recuperación «tomará mucho tiempo» en dos países que desde antes del coronavirus ya vivían críticas situaciones económicas: Cuba (47%), que sigue sufriendo por el embargo de EE.UU. y sin poder contar con el apoyo total de su principal, Venezuela (83%), que suma esta emergencia a una estado de hiperinflación y devaluación que ya completa varios años.