La Habana, 16 abr (EFE).- Tres nuevos fallecidos por COVID-19 en Cuba elevan a 27 las muertes relacionadas con el nuevo virus hasta este jueves, mientras otras 48 personas fueron confirmadas como portadoras para un acumulado de 862 casos en el país, informó el Ministerio de Salud Pública (Minsap).
Los nuevos decesos corresponden a dos hombres cubanos de 84 y 58 años y una mujer de 73. Todos fallecieron en la víspera y padecían ya enfermedades crónicas o graves, según explicó el director de Epidemiología del Minsap, Francisco Durán, en el parte diario televisado.
Los 48 nuevos positivos mantienen la tendencia de las últimas jornadas e igualan la cifra del día anterior, si bien el número de pruebas realizadas fue de 1.386 para los casos detectados el jueves, cifra inferior a las 1.684 correspondientes al miércoles.
Hasta el momento se han realizado en Cuba 21.837 test PCR. Cada día se practican más de un millar de pruebas y solo en una jornada, la del pasado domingo, se lograron superar las 2.000.
De los nuevos contagiados, todos cubanos, 31 eran contactos de otros casos ya confirmados y en los 17 restantes no se ha podido hallar de momento el origen de la infección, según Durán.
El doctor advirtió de que casi la mitad (23) de los 48 nuevos positivos por COVID-19 se mostraban asintomáticos en el momento de someterse a las pruebas, por lo que insistió en la importancia de respetar las normas de distanciamiento social y declarar todos los posibles contactos si se tiene la sospecha de portar el virus.
En los hospitales cubanos hay diez pacientes en estado crítico (se reportaron dos nuevos el jueves) y otros seis graves (uno menos), mientras 646 no presentan complicaciones.
Una veintena de personas -una cifra «importante» según el director de Epidemiología del Minsap- fueron dadas de alta, con lo que el número total de recuperados es de 171.
Otras dos personas contagiadas de COVID-19 fueron evacuadas a sus países de origen en las pasadas semanas.
Por otro lado, 2.629 personas permanecen aisladas en centros sanitarios sometidas a vigilancia clínico epidemiológica -de ellas 1.722 consideradas como casos sospechosos- y otras 5.960 están confinadas en sus hogares por ser contactos de posibles enfermos.
Cuba se encuentra aún en fase pre-epidémica, aunque ya registra trasmisión autóctona limitada de COVID-19, por lo que el Gobierno ha extremado medidas, entre ellas la suspensión del transporte público del país y el cierre temporal de los principales centros comerciales.
También se han cerrado escuelas, blindado fronteras, restringido actividades en sectores no imprescindibles, aplazado las pruebas de ingreso a la Educación Superior y suspendido eventos públicos.
De momento no se ha decretado el confinamiento domiciliario obligatorio para toda la población, si bien el doctor Durán exhortó hoy a los ciudadanos a salir de casa solo para lo «imprescindible».
No obstante, sí se han extremado las medidas de aislamiento en puntos específicos del país donde se han detectado mayores focos de contagio, entre ellas varios consejos populares de La Habana.
A pesar de que ha disminuido el tráfico de automóviles y personas en las principales avenidas, en los comercios continúan las largas filas para adquirir los escasos alimentos y artículos de aseo normados, por lo que muchos dirigentes han llamado a la prudencia e incluso han amenazado con aplicar multas a los «indisciplinados».