La nadadora española Mireia Belmonte, campeona olímpica y mundial, reconoce haber «sentido mucha alegría» por haber vuelto al agua y a practicar el deporte que ama, además de sentirse «relajada» por el hecho de volver a empezar la preparación para los Juegos.
Han sido más de 65 días sin poder tirarse a la piscina, algo que no ha llevado especialmente bien la badalonesa, sobre todo en términos de entrenamiento. «Ha sido un poquito difícil entrenar durante el confinamiento. Me he adaptado a entrenar en espacios reducidos con algo de material que tenía en casa. Pero me ha servido para estar con la familia, reflexionar, estudiar y sobre todo pensar en cómo podía ayudar a los demás».
Recuperar el punto óptimo de forma
Por eso ahora va sin prisa e intentando volver a la normalidad «poco a poco», algo complicado después de tantos meses. «Hay que intentar llegar a ese punto óptimo de forma lo antes posible para poder competir cuando se nos permita».
Sobre la polémica surgida en torno a la natación y los retrasos en poder volver a entrenar, Belmonte explica que había que seguir todas las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y hacer lo mejor para poder salir de esta pandemia lo antes posible.
«Llama la atención que hay muchos deportes en los que se juega en equipo y la distancia social a lo mejor no se mantiene tanto como en los deportes individuales, pero sí que me pareció un poco curioso que unos deportistas pudieran volver a los entrenamientos antes que otros».
Por otro lado, ha agradecido al Comité Olímpico Español y a su presidente, Alejandro Blanco, que siempre haya defendido a todos los deportistas del país. «Han intentado ayudarnos en todas las circunstancias, siempre han estado apoyándonos».
Agencia EFE