Jacinda Ardern, la primera ministra de Nueva Zelanda, y su partido, los laboristas, repetirán mandato tras conocerse su holgada victoria en las elecciones generales celebradas este sábado.
Con más del 90% de los votos escrutados, todo apunta a que el Partido Laborista tendrá la mayoría absoluta en el Parlamento lo que le permitirá gobernar esta vez sin necesidad de alianzas, publicó BBC Mundo.
Mientas los laboristas se han hecho con un 49% de los votos, lo que les daría 64 escaños de los 120 que tiene el Parlamento neozelandés, el opositor Partido Nacional logró un 27% de los sufragios, quedándose con 35 representaciones parlamentarias.
Sin embargo Ardern, en el tono conciliador que le caracteriza, prometió que gobernará para «todos los neozelandeses», tras iniciar su discurso de victoria en lengua maorí.
Este triunfo no ha sido una sorpresa.
Los sondeos ya la daban ganadora después de haber demostrado un gran liderazgo en dos de las grandes crisis que ha sufrido el país durante su mandato.
La primera fue la de la peor masacre en la historia moderna de Nueva Zelanda: el tiroteo contra dos mezquitas en la ciudad de Christchurch, que mató a 50 personas e hirió a decenas más en 2019.
Su respuesta legislativa más inmediata fue la de anuncia la prohibición del tipo de armas que utilizó el atacante.
Y este 2020, su gestión frente a la pandemia de coronavirus le ha valido el apoyo de sus compatriotas y el aplauso internacional.
Para combatir la crisis sanitaria, propuso una estrategia que consiste en eliminar la curva (al contrario de aplanarla, como otros países), lo que llevó a confinamientos tempranos y al cierre de fronteras en los primeros días.
El 29 de abril, Nueva Zelanda ya consideraba «eliminada» la pandemia al poner fin a los contagios locales.
Un rebrote posterior, provocó que las elecciones generales, que estaban previstas para septiembre, se retrasaran un mes.