(EFE).-El fracaso del alto el fuego acordado hace hoy una semana por Armenia y Azerbaiyán con la mediación de Rusia acrecienta el temor a una escalada de la guerra entre los habitantes Stepanakert, habituados ya al rugir de las sirenas de alarma de la defensa antiaérea.
Y es que «alto el fuego humanitario» declarado en Moscú no solo no se cumple desde su primer minuto, sino que las acciones militares, lejos de disminuir, han aumentado considerablemente de intensidad, sobre todo en el norte y el sur Nagorno Karabaj.