Pekin, EFE. – China anunció este jueves la renovación por dos años del acuerdo que mantiene con el Vaticano para el nombramiento de obispos, motivo de conflicto entre ambas partes, que no mantienen relaciones diplomáticas desde 1951.
Su renovación había provocado duras críticas de la administración estadounidense con un artículo y varias declaraciones del secretario de Estado, Mike Pompeo.
El Vaticano ha defendido siempre que el convenio trata de crear la unidad de los católicos chinos, ya que el control de las autoridades había provocado el fenómeno de las llamadas comunidades “clandestinas”, que trataban de escapar al control de la política religiosa del gobierno.
Las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano son oficialmente inexistentes desde 1951 por la excomunión por parte de Pío XII de dos obispos designados por Pekín, a lo que las autoridades chinas respondieron con la expulsión del nuncio apostólico, que se asentó en la isla de Taiwán.
China, por su parte, tiene su propia Iglesia Patriótica Católica desde 1949, cuando Mao Zedong estableció en Pekín la República Popular China.
El Vaticano y China han vivido un cierto acercamiento con el pontificado de Francisco y han manifestado en diversas ocasiones su voluntad de mejorar sus lazos.