Un latino al timón de la política migratoria de Estados Unidos. Una mujer en la dirección de los servicios de inteligencia. Y un ex secretario de Estado a cargo de combatir el calentamiento global.
El presidente electo de EE.UU., Joe Biden, comenzó a definir su equipo de gobierno con varias nominaciones novedosas para puestos de seguridad nacional confirmadas por su oficina de transición.
Los anuncios incluyen la nominación de Alejandro Mayorkas, un inmigrante nacido en Cuba, como secretario de Seguridad Interior de EE.UU. y de Antony Blinken, un promotor del multilateralismo, como secretario de Estado.
Biden escogió además a John Kerry, exsecretario de Estado de Obama, como su enviado especial para el clima y a Avril Haines como directora de inteligencia nacional de EE.UU.
Las selecciones de Biden para cargos clave de su gabinete anticipan un giro sustancial respecto a las políticas más polémicas del actual presidente, Donald Trump, en áreas como la inmigración o las relaciones internacionales, señalan expertos.
Pero también muestran el interés de Biden en aumentar la diversidad racial y de género en el gobierno, así como en recurrir a exaltos cargos del gobierno de Barack Obama para dar músculo a su próxima administración.
Un cambio sustancial
Las nominaciones de Biden fueron anunciadas antes de que el gobierno de Trump aceptara el mismo lunes iniciar formalmente la transición de mando tras semanas de demoras, aunque el presidente saliente sigue sin reconocer el triunfo electoral de Biden.
Trump ha sufrido diversos reveses en sus acciones legales y políticas para intentar revertir el resultado de las elecciones del 3 de noviembre, incluida la certificación de la victoria de Biden en el estado de Michigan.
Biden asumirá el 20 de enero pero advirtió que «no hay tiempo que perder cuando se trata de nuestra seguridad nacional y política exterior».
«Necesito un equipo listo desde el primer día que me ayude a recuperar el lugar de Estados Unidos en la cabecera de la mesa, unir al mundo para enfrentar los mayores desafíos que tenemos y promover nuestra seguridad, prosperidad y valores», indicó Biden en un comunicado sobre sus nombramientos el lunes.
Un reflejo claro de su intención de dar un gran viraje de rumbo al gobierno de EE.UU. es la nominación de Mayorkas, el primer latino elegido para encabezar el departamento de Seguridad Interior que Trump usó en su lucha agresiva contra la inmigración.
«Está claro que la política de inmigración de Biden será muy diferente a la del presidente Trump», dice William Galston, un experto en política doméstica en la Institución Brookings que asesoró al expresidente Bill Clinton. «Ese nombramiento (de Mayorkas) tenía la intención de subrayar ese cambio», agrega en entrevista con BBC Mundo.
Mayorkas llegó a EE.UU. siendo bebé, como refugiado político junto a su familia tras la revolución cubana. Creció en Miami y Los Ángeles, estudió derecho, fue fiscal federal y trabajó en el gobierno de Obama como jefe de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración y como secretario adjunto de Seguridad Interior.
Desde ese departamento, Mayorkas impulsó el programa Acción diferida para los llegados en la infancia (DACA por sus siglas en inglés) que otorgó permisos de trabajo y protección contra la deportación a más de 700.000 jóvenes que entraron sin documentos a EE.UU. cuando eran niños.
El gobierno de Trump, en el marco de una serie de acciones duras contra los inmigrantes que incluyó la separación de niños de sus padres en la frontera, intentó acabar con el programa DACA pero se topó con obstáculos en la justicia.
Si Mayorkas es confirmado en el puesto por el Senado, va a supervisar una política migratoria que, según anticipó Biden en campaña, buscará revertir acciones de Trump, ofrecer un camino a la ciudadanía a unos 11 millones de inmigrantes indocumentados, suspender las deportaciones y aumentar el límite de admisiones de refugiados.
«Cuando era muy joven, Estados Unidos nos proporcionó a mi familia y a mí un lugar de refugio. Ahora, he sido nominado para ser el Secretario del DHS (Departamento de Seguridad Interior por sus siglas en inglés) y supervisar la protección de todos los estadounidenses y aquellos que huyen de la persecución en busca de una vida mejor para ellos y sus seres queridos», tuiteó Mayorkas este lunes.
«El alter ego de Biden»
Otro anuncio que augura un cambio sustancial de política de EE.UU. es la nominación de Blinken como secretario de Estado.
Considerado un promotor de alianzas multilaterales y contrario a la política de «EE.UU. primero» de Trump, Blinken fue secretario adjunto de Estado durante el gobierno de Obama y trabajó durante casi dos décadas como asesor de Biden, tanto en la vicepresidencia como en el Senado.
«(Blinken) entiende por completo el pensamiento del presidente entrante y ha sido descrito en muchos sectores como el alter ego de Biden», señala Galston. «Creo que su nombramiento está pensado para dar la señal de que (…) el secretario de Estado será un importante asesor del presidente, así como un impulsor principal de su política exterior».
Los objetivos marcados por Biden en la campaña incluyen restaurar viejas alianzas de EE.UU. relegadas por Trump, como la OTAN, volver a la Organización Mundial de la Salud, al acuerdo nuclear con Irán y al acuerdo de París sobre cambio climático.
La nominación de Blinken también deberá ser confirmada por el Senado, donde la mayoría partidaria dependerá de los dos escaños de Georgia que se definirán en una segunda vuelta electoral en ese estado el 5 de enero.
En cambio, carece de necesidad de confirmación senatorial el nombramiento de Kerry como «zar del clima».
La designación de un exsecretario de Estado para ese cargo, con un lugar en el consejo de seguridad nacional de la Casa Blanca, es vista como una señal de la importancia que Biden piensa asignarle a la lucha contra el cambio climático.
«No eliges a alguien como John Kerry si quieres dejar ese tema en un segundo plano», explica Galston.
Biden ha escogido además como su consejero de Seguridad Nacional a Jake Sullivan, uno de los negociadores del acuerdo nuclear con Irán de 2015 que al igual que Blinken se desempeñó en la vicepresidencia de Biden y el Departamento de Estado de Obama.
También ha sido novedosa la nominación de Haines, una exdirectora adjunta de la agencia central de inteligencia CIA que en el pasado asesoró a Biden, para dirigir la inteligencia nacional de EE.UU.
De ser confirmada en el cargo, se volvería la primera mujer en desempeñar esa función.
Biden ha seleccionado a otra mujer, Linda Thomas-Greenfield, una afroestadounidense con 35 años de experiencia en el servicio exterior, como embajadora de EE.UU. ante las Naciones Unidas, un cargo que se espera que adquiera más relevancia en el próximo gobierno.
Por otro lado, se anticipa que la expresidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, sea nominada pronto como secretaria del Tesoro, algo que aún no ha sido confirmado por la oficina de Biden.
Si fuera nominada y confirmada en el cargo por el Senado, además de ponerse al frente de la lucha contra la crisis económica de EE.UU. en medio de la pandemia de coronavirus, Yellen se volvería la primera mujer en liderar el Tesoro.