EFE, LOS ÁNGELES.- Anthony Davis, con una magistral efectividad de cara al aro, y la dura defensa de Los Angeles Lakers desarmaron a los Houston Rockets (102-120) en un partido que consolida a los actuales campeones de la NBA al frente de la Conferencia Oeste.
Tras perderse el anterior encuentro por una lesión en el abductor, Davis se comió hoy la pista con 27 puntos (9 de 12 en tiros), 4 rebotes, una asistencia y 3 tapones.
LeBron James (18 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias) fue el otro gran puntal de la coral ofensiva de unos Lakers en los que Marc Gasol sumó 6 puntos, 7 rebotes y 2 asistencias en 25 minutos en cancha.
El equipo de púrpura y oro lidera ahora la Conferencia Oeste con 8 victorias y 3 derrotas por delante de los pujantes Phoenix Suns (7 triunfos y 3 partidos perdidos).
Por parte de los Rockets, que ahora se quedan con un balance de 3 victorias y 5 derrotas, Christian Wood (23 puntos) y James Harden (20 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias) fueron los más destacados de una noche de pobre acierto desde el perímetro para los de Houston (12 de 41 en tiros de tres).
Los tejanos tenían hoy la oportunidad de vengarse de lo sucedido en la “burbuja” de Orlando (EE.UU.), cuando los Lakers les eliminaron en las semifinales de la Conferencia Oeste como parte de su triunfal camino hacia el anillo de la NBA.
Pero los Lakers no dieron pie hoy a ningún tipo de sorpresa.
Desde el salto inicial, los angelinos agobiaron a los Rockets con una pegajosa y esforzada defensa que les permitió salir al contraataque con facilidad y distanciarse en el marcador sin demasiados sudores (12-21, a falta de tres minutos en el primer cuarto).
En ese momento, el duelo entró en un momento confuso.
Markieff Morris tuvo un encontronazo con DeMarcus Cousins y recibió dos faltas técnicas consecutivas que le mandaron al vestuario antes de tiempo y que alteraron la rotación de los Lakers.
La balanza se equilibró poco después: Cousins le dio un manotazo a James y también fue expulsado nada más empezar el segundo cuarto.
Entre polémicas y roces de todo tipo, los Rockets se acercaron ligeramente en el marcador, pero Davis sostuvo a los Lakers de manera impecable en la primera mitad con 21 puntos (8 de 8 en tiros) para lograr una ventaja de lo más apacible (46-65).
Unos Rockets muy oxidados (5 de 25 en triples en los dos primeros dos cuartos) no parecían dar con la tecla para desactivar la defensa de los Lakers.
Pero un arrebato de Harden junto a una pájara de los Lakers en ataque impulsó un parcial para los Rockets de 11-0 que animó algo la situación de cara al último cuarto (75-88).
Sin embargo, cada vez que los angelinos se veían en leves apuros les bastaba con apretar un poco en defensa, con fantásticas aportaciones de reservas como Talen Horton-Tucker (4 robos en todo el partido además de 17 puntos), para volver a tomar el control del partido.
Así, 4 puntos consecutivos del siempre intenso Montrezl Harrell (16 puntos en total) unidos a una nueva canasta al contraataque de Kyle Kuzma rindieron definitivamente a unos Rockets (79-98 a falta de nueve minutos) que se vieron muy sobrepasados y sin demasiadas ideas a lo largo de todo el partido.
Los Lakers y los Rockets volverán a verse las caras el martes.