Santo Domingo. – El vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático (CNCC), Max Puig, señaló que el proceso de actualización de la Contribución Nacionalmente Determinada de la República Dominicana para enfrentar el cambio climático, compromiso derivado de los Acuerdos de Paris de 2015, determinó que el país puede reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en cerca de 731,7 giga gramos de CO2 equivalente, a través del diseño e implementación de códigos de construcción más eficientes para reducir el consumo energético.
Durante su participación en la segunda jornada de las sesiones virtuales de la Semana Regional del Clima Latinoamérica y Caribe 2021, Puig reveló que solamente los edificios representan alrededor del 24% de la energía que se consume en la región de América Latina y el Caribe, y que, al paso que marcha el desarrollo del sector inmobiliario, la mitad de los edificios que estarán en uso para el año 2060, no se han construido aún.
“La sensibilización y las capacidades técnicas necesarias para la ejecución de infraestructuras bajas en carbono y resilientes son temas que debemos abordar con urgencia. Pensar en una recuperación económica sostenible como respuesta a los devastadores efectos de la pandemia Covid19 pasa ineludiblemente por el sector construcción. De ahí la relevancia de poder contar con capacidades de sostenibilidad en los procesos de planificación, diseño, gerencia y ejecución, para responder al desafío que aquí planteamos”, dijo.
Detalló, además, que el impacto de la construcción en el empleo está fuera de toda discusión y que es imprescindible contar con una mano de obra capaz de manejar procesos sostenibles y edificaciones con bajas emisiones. El proceso de tecnificación necesario deberá tener un impacto positivo tanto en los salarios como en la formalización de dicha mano de obra.
“En adición a esto, esperamos la creación de nuevos empleos ligados a servicios de sostenibilidad que produzcan a la vez una reducción de los costes operativos en los edificios”, aseguró Max Puig.
De su lado, el director técnico del Consejo para el Cambio Climático, Alan Ramírez, especificó que la recopilación y gestión de datos climáticos a nivel nacional han sido manejados a través de proyectos sucesivos de la Iniciativa para la Transparencia de la Acción Climática (ICAT), en las modalidades de ICAT Adaptación e ICAT Mitigación, alineadas a la revisión y mejora de las NDC, con el diseño e implementación del plan de acción para su cumplimiento.
Ramírez indicó que la institución está organizando seminarios web y sesiones de trabajo para crear indicadores y mecanismos para rastrear la acción climática y los co-beneficios del desarrollo sostenible, exponiendo también que el país está trabajando con ICAT en el desarrollo de metodologías para implementar un Sistema de Monitoreo y Evaluación para las medidas de adaptación a los efectos del cambio climático.
En la jornada de este segundo día de la cumbre regional también participó la encargada de Planificación y Desarrollo del CNCC, Jahndery Muñoz, quien manifestó que tras la emisión del Decreto 541-20, que crea el Sistema de Medición, Reporte y Verificación (MRV) de los Gases de Efecto Invernadero, se necesita establecer sinergias institucionales no sólo en el sector público sino también en el sector privado y las ONGs que generan datos para la acción climática.
Por otro lado, la analista de Mitigación del CNCC, Emely Rodríguez, afirmó que en la NDC 2020 actualizada y mejorada, los Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC) se incluyeron como “información técnica cualitativa adicional”, con miras a desarrollar una capacidad técnica y política con el fin de que en la siguiente actualización de la NDC (2025), se puedan incluir opciones de mitigación de los CCVC con información técnica cuantitativa.
