ESPN-El caos en la primera vuelta del Gran Premio de Hungría provocado por el piloto finlandés de Mercedes, Valtteri Bottas, no sólo significó un cambio en el liderato tanto del campeonato de conductores como del de constructores, sino que podría tener consecuencias en el resto de la temporada, en especial para sus máximos rivales en la lucha por el título de Fórmula 1: los monoplazas de Red Bull.
El error de Bottas en la salida provocó que tocara el McLaren del británico Lando Norris, que a su vez se impactó con el del holandés Max Verstappen, de la escudería austriaca, quien se tuvo que conformar con rescatar dos puntos con el noveno lugar. Además, Valtteri dejó fuera de competencia al compañero del de Países Bajos, el mexicano Sergio Pérez, quien se retiró junto al Ferrari del monegasco Charles Leclerc y el Aston Martin del canadiense Lance Stroll.
Tras lo sucedido, los comisarios del GP de Hungría decidieron darle un castigo de cinco lugares en la siguiente parrilla de salida a Bottas (también a Stroll), por lo que de la posición que logre en la calificación de Bélgica, próxima cita de F1, caerá ese número de posiciones para arrancar la carrera.
Aunque esa será la única consecuencia para Mercedes, en Red Bull los golpes a ambos automóviles podrían provocar problemas no sólo para el evento de Spa-Francorchamps, sino en el resto del calendario de la máxima categoría por lo señalado en el reglamento respecto al uso de motores y el resto de sus componentes.
Las normas de Fórmula 1 para esta campaña indican que los autos pueden utilizar hasta tres motores, mientras que para el resto de las partes de ese dispositivo permite tres TC (turbo cargados), tres MGU-H (unidad de calor del generador), tres MGU-K (unidad cinética del generador), dos ES (baterías), dos CE (controles electrónicos) y ocho EX (sistemas de escape), de superar cualquiera de esos números, el monoplaza recibe un castigo de 10 lugares en la parrilla de salida la primera vez y cinco en cada una de las siguientes.
Es en este aspecto en el que Red Bull podría sufrir las consecuencias de lo sucedido en Hungría e incluso tener penas más grandes que la de Bottas por las altas probabilidades de utilizar un cuarto motor este año y recibir una sanción de 10 posiciones en alguna competencia, el doble que la del finlandés en Bélgica.
