El nuevo Armstrong se inauguró en 2018 y contaba con un techo corredizo que parecía ideal para evitar los problemas con el mal tiempo. Pero no fue suficiente.
En la jornada del miércoles, el agua obligó a suspender el partido de segunda ronda entre Diego Schwartzman y Kevin Anderson, cuando el argentino iba ganando por 7-6 (7-4) y 1-0.
¿Cómo es posible, si la pista está techada? Porque el agua entraba por los laterales. El estadio Loius Armstrong, en realidad, no es un estadio completamente cerrado, sino que tiene varios paneles de ventilación.
Debido al fuerte viento que soplaba en el exterior, con rachas de hasta 60 kilómetros por hora, hizo que el agua se colase de forma abundante, impidiendo el desarrollo del partido.
La tormenta fue tal que, producto del remanente del huracán Ida, que azotó a Nueva York, que, además del agua que consiguió entrar a la cancha, todos los aledaños comenzaron a anegarse.
No obstante, el partido se pudo terminar en la pista Arthur Ashe, donde Schwartzman se impuso 7-6 (4), 6-3 y 6-4 tras la conclusión del duelo que Stefanos Tsitsipas ganó 6-3, 6-4, 6-7 (4), 6-0 a Adrian Mannarino.