Según un informe del diario The Hill la insistencia del expresidente Trump en difundir afirmaciones infundadas de fraude electoral amenaza con perjudicar al Partido Republicano en las próximas elecciones de 2021 y 2022 y parece que es algo cercano a la verdad.
Aunque fueron poco creíbles los argumentos del exmandatario, dado el alto número de mentiras que acuñó durante sus años en la Casa Blanca, la situación preocupó a sus seguidores luego del fracaso republicano en las elecciones del estado de Georgia.
Allí Trump se empecinó en que le robaron el voto, presionó y amenazó, incluso a los propios funcionarios republicanos. Al final tras conteos, reclamos y presiones perdió.
Pero no contento con eso insistió en su teoría del fraude, lo que según estrategas partidistas incidió en el resultado de las elecciones al Senado en Georgia. Allí los dos republicanos perdieron la disputa frente a los rivales demócratas y con ello el dominio rojo del Senado.
Hoy muchos concuerdan con el estratega republicano Doug Heye sobre los efectos de las teorías y recetas de Trump sobre los presuntos fraudes electorales.
El político, citado por The Hill, indicó: ‘Lo que vemos es, en última instancia, a los republicanos liderados por Trump, muy dispuestos a suprimir su propio voto diciéndole a la gente que las elecciones podrían ser robadas y, por lo tanto, puede que ni siquiera tengan que participar en ellas’.
Ya hay algunos como el candidato a gobernador por Virginia Glenn Youngkin (R) que se apartan de las teorías conspirativas del exmandatario y, al menos, reconocen que Joe Biden es el presidente legítimo del país, algo que aún se empeña en negar Trump.
Los más diversos análisis exponen al magnate neoyorquino como un tramposo por excelencia, no que lo diga otro, el mismo lo dijo un día cuando afirmó que trabajó mucho para pagar pocos impuestos al fisco
El tema de la transparencia de los proceso electorales en Estados Unidos se manifiestó de manera incipiente en las últimas décadas aunque con la era Trump llegó a su máxima exposición. Eso preocupa a los republicanos. Es alarmante que sea usado como justificación en las últimas derrotas, desde que perdieron la Casa Blanca, Georgia y el revocatorio de California.
Sin embargo los estrategas admiten que es difícil para los candidatos distanciarse del tema de la integridad electoral si Trump lo está convirtiendo en un foco central como líder de facto del partido. Hay temor de que eso deprima la participación de los votantes del partido rojo.