Los hechos ocurrieron el pasado 26 de septiembre por individuos armados que entraron al templo, secuestraron a la esposa del religioso y abrieron fuego contra los fieles. Algunos de ellos tuvieron que ser atendidos por heridas de bala.
A la huelga se unió el sector transportista y el de la subcontratación, que también criticaron la inflación y la crisis económica, además de la gestión de los desplazados por la violencia de las bandas armadas.
Organizaciones de derechos humanos denunciaron que los secuestros aumentaron un 300 por ciento en el país, mientras la guerra abierta de las pandillas obligó a más de 19 mil personas a abandonar sus hogares en la entrada sur de la capital.
En medio del adverso contexto, varias voces pidieron la renuncia del director de la Policía, León Charles, a quien reclaman por la incapacidad de la fuerzas del orden de combatir a las bandas.
A propósito del secuestro del pastor Jean Mary Feret Joseph, ocurrido la víspera en la iglesia de Delmas 29, la asociación de Ingenieros y arquitectos solidarios en Haití, exigió la dimisión de Charles, y criticaron que la seguridad en el país es cada vez más precaria.
‘Los grupos armados, beneficiados por la complicidad de ciertas autoridades políticas y económicas, se están multiplicando en todo el país, particularmente en la capital haitiana’, lamentaron los profesionales.
Por su parte, el abogado y portavoz del Sector Democrático y Popular, André Michel, también solicitó la renuncia del jefe policial, y lo acusó de estar ‘jugando con los criminales’.
Charles asumió en noviembre pasado, pero hasta el momento, expertos señalan el pobre desempeño frente a la institución.