También en el viaducto de Delmas, los ciudadanos bloquearon la avenida, una de las más importantes de la capital, mientras en Martissant hombres armados aterrorizaron a los transeúntes, detuvieron el tráfico y revisaron los vehículos que cruzaron el territorio.
Desde el domingo, el líder de la pandilla de Village de Dieu, Izo, anunció que cerraría el paso en esa área, que alberga el Palacio de Justicia, además de conectar Puerto Príncipe con los departamentos Sudeste, Sur, Nippes y Grand Anse, los últimos tres afectados por el reciente terremoto que dejó más de dos mil 200 fallecidos.
Por su parte en la Ruta Nacional 1, cerca de Gonaïves, camiones impiden la libre circulación.
Todo ello ocurre en medio de la ola de violencia que vive el país, con el ostensible aumento de los secuestros y asesinatos, presuntamente a manos de pandillas, y que empujó a más de 19 mil personas a abandonar sus hogares.
Las bandas que operan en la capital ampliaron sus zonas de control, sin que la Policía pueda hacer frente a los grupos, a pesar de las promesas gubernamentales de restablecer el clima de paz.
A mediados de septiembre, el primer ministro Ariel Henry, se comprometió a combatir las pandillas establecidas en barrios vulnerables como Martissant, Cité Soleil, Bas Delmas o Bel Air, pero hasta el momento sin muchos resultados.