La Oficina de Seguimiento del Acuerdo de Montana confirmó en un comunicado que Henry no formuló una propuesta concreta para fusionar las dos visiones, aunque discutieron sobre las condiciones de vida de la población, la problemática de la distribución de productos petrolíferos y el control de los bandidos sobre zonas estratégicas del país.
Varios sectores pidieron que las partes lleguen a un acuerdo común que permita la estabilización del país, en momentos en que la inseguridad, la escasez de combustible y la falta de una visión política amenazan con afianzar la crisis.
Mientras aún continúan las negociaciones políticas, este año cerca de 800 personas fueron secuestradas, más de un centenar murió en el fuego cruzado de las bandas por el control de Martissant, y el grave racionamiento de combustible amenaza con el cierre de más de 50 hospitales en el país.
Ante esta situación, Henry aún no se dirigió a la nación, a pesar de que el líder de la federación de pandillas G-9 y Aliados, Jimmy Cherzier (Barbecue) amenazó con bloquear el suministro de carburantes si el jefe de Gobierno continúa en el puesto.
Por su parte, Estados Unidos anunció la víspera que acompañará a la Policía de Haití a asegurar las vías públicas y permitir la entrega de estos productos en surtidores de gasolina, lo que expertos interpretan como una intervención disfrazada