INFOBAE.- Algunas actrices de la Época de Oro del cine mexicano decidieron dejar su carrera cuando ésta comenzó su declive, inclusive, otras se vieron forzadas a hacerlo a una edad avanzada, cuando su salud ya no les permitió seguir entre los sets. Ninguno de estos fue el caso de Yolanda Varela, quien en su mejor momento como actriz se retiró para darle todo su tiempo a su familia.
Desde muy joven Yolanda se vio atraída por el mundo del espectáculo, la danza clásica era su pasión, por lo que comenzó a estudiar en el Instituto Nacional de las Artes Escénicas.
Su porte, belleza y disciplina le permitió abrirse paso entre otras jóvenes, ganándose la atención del productor Miguel Morayta, con quien debutó en la cinta Recuerdos de mi valle (1946), cuando ella tenía tan sólo 16 años.
En 1952 la joven obtuvo su primer papel protagónico con una de las películas más importantes de la Época de Oro y uno de los proyectos más ambiciosos de Rodríguez, Dos tipos de cuidado.
Al lado de Pedro Infante y Jorge Negrete, Varela llamó la atención nacional y desde entonces comenzaron los éxitos.
Yolanda, incluso, protagonizó junto al Ídolo de Guamúchil su última película antes de su trágica muerte, Escuela de rateros, pero ella ya no estaba buscando la fama, sino que pretendía encontrar el verdadero amor.
Durante el rodaje de Lo que le pasó a Sansón(1955), película que protagonizó junto aGermán Valdés Tin Tan y Ana Berta Lepe, conoció a Fernando de Fuentes Reyes, productor e hijo del afamado cineasta Fernando de Fuentes.









