Santo Domingo, RD. El Obispos de la Diócesis de Higuey, Jesús Castro Marte, aseguró que el país está viviendo una situación preocupante que debe ser atendida cuanto antes por las autoridades actuales, haciendo primar el bienestar del pueblo, sobre las leyes del mercado que han producido la inflación.
“Hay que tener cuidado con el pueblo”, repitió de forma vehemente el sacerdote en la homilía de la misa principal en la celebración el Día de Nuestra Señora de la Altagracia, ante los feligreses presentes en la Basílica , entre ellos la señora vicepresidenta de la República, Raquel Peña, en función de Presidenta
Castro Marte hizo referencia a los tiempos difíciles que vive el pueblo dominicano con la inflación y el alto costo de la vida.
“Estamos viviendo una situación preocupante por la inflación y el costo de la vida, los precios de los alimentos, la violencia, la corrupción y sobre todo, por la pandemia de la covid-19, que gracias a Dios se ha enfrentado con mucha valentía y eso merece un ramo de Olivo para las autoridades. Muchas familias han perdido muchos seres queridos, a lo que se suman el estrés, la ansiedad, la depresión y la pérdida de sueño ocasionados por problemas de salud”, pronunció el religioso durante la homilía.
Argumentó que las presiones económicas son una preocupación real del pueblo, por lo que apeló a la actuación del Gobierno.
“Debemos reconocer que son muchos los desafíos que tenemos como país, con la carga del día a día sobre los hombros de las familias, de los dominicanos, sobre todo los más pobres, a los que se le vuelve muy pesado el encarecimiento de los productos de primera necesidad y el alza de los combustibles, agregado a esta situación lo del covid-19”, dijo.
“Las leyes del mercado no deben primar cuando se habla de los pobres necesitados que desean alimentación. Es ahí, donde se vale intervenir a través de políticas públicas que den espacio al bienestar de la mayoría”, agregó.
El religioso dijo estar confiado en que la actual administración colocará sus oídos en el corazón del pueblo para escuchar las angustias, preocupaciones, que le atormentan. “Comer y la vivienda, son fundamentales. Hay que tener cuidado el pueblo”, insistió.
El obispo suplicó por una cultura de paz al llamar como la “pandemia de la violencia” la cantidad de hechos que se producen a diario en todas las localidades que, a su entender, dan señales de una sociedad enferma.
“Las manifestaciones de violencia en todos los órdenes, que se registran a diario en diferentes localidades, parecen dar señales de una sociedad enferma. Al respecto, los obispos dominicanos, en la Carta Pastoral de este año, catalogan esta problemática social como “La pandemia de la violencia”, ante el hecho de que, a diario, en algún lugar del planeta, se derrama sangre inocente”, dijo.