En ese sentido, se espera que los miembros del Consejo puedan realizar un balance de los principales sucesos políticos, de seguridad, económicos y humanitarios en el país, antes de considerar los ajustes al mandato de la Binuh en julio próximo.
Recientemente, la secretaria general adjunta de Naciones Unidas, Amina Mohammed, visitó Haití con motivo de la conferencia internacional de recaudación de fondos para reconstruir el sur de la isla, tras el terremoto de agosto de 2021.
La alta representante de la ONU pidió a la comunidad internacional acompañar al pueblo haitiano y romper el ciclo de miseria que atraviesan.
Asimismo, reconoció los retos múltiples del país y la importancia de la transparencia y la buena gobernanza para alcanzar el desarrollo sostenible.
El pasado 14 de agosto, Haití fue asolado por un terremoto de 7,2 grados de magnitud que destrozó la zona sur, con un saldo de dos mil 200 muertes, decenas de miles de heridos y más de 130 mil viviendas destruidas o gravemente dañadas.
Las autoridades locales estiman que son necesarios al menos dos mil millones de dólares para levantar la región, de ellos 347 millones para iniciar las acciones con urgencia y ayudar a las poblaciones más vulnerables.
Hasta el momento se comprometieron a ayudar países como Canadá, Estados Unidos y Noruega, e instituciones como el Banco Mundial.
Igualmente, tras el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse el 7 de julio de 2021, el clima de inseguridad se tornó más complejo en la nación caribeña.