La adolescencia es una etapa de grandes cambios corporales, fisiológicos, psicológicos, y también sexuales en los y las jóvenes.
Sin embargo la falta de una buena educación sexual adecuada tanto en la familia como en la escuela hace que los y las adolescentes busquen respuestas a sus dudas en internet o preguntando a su grupo de iguales. Fuentes que en muchas ocasiones les ofrecen una información distorsionada de la sexualidad o directamente, respuestas erróneas a sus dudas.
Vamos a desmontar algunos mitos que siguen perdurando entre la juventud y que obstaculizan una visión sana, placentera y real del sexo y la sexualidad.
Una buena relación sexual siempre termina en orgasmo.
Falso, el sexo no tiene un principio ni un final, no supone un camino de una única dirección que empieza con los mal llamados “preliminares” y se llega a término con el orgasmo.
El alcohol y las drogas son estimulantes sexuales
Falso. Aunque pueden aumentar momentáneamente el deseo debido a que reducen determinadas inhibiciones también pueden interferir seriamente en la respuesta sexual.
Si siente celos es que me quiere
Falso, los celos en una relación son signo de inseguridades no de amor. Asociar los celos con el amor, es un mito romántico que obedece a patrones culturales machistas sobre la posesión en la pareja.
La chica nunca debe tomar la iniciativa en la relación sexual
Falso, aunque es una creencia muy extendida entre las jóvenes (y no tan jóvenes). El rol tradicional de la mujer en el sexo es el ser más pasiva pero esto corresponde a patrones culturales sexistas que deben romperse ya que el ser más activa o pasiva no es una cuestión de sexo, de sieres chico o chica, sino del momento, la apetencia, la excitación, etc. y esto puede darse indistintamente en el hombre como en la mujer.
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