Tristemente ese no fue el único momento bochornoso que tuvo que afrontar. En medio del concierto, Yailin se acercó demasiado a uno de los cañones de humo y confeti, que se activó de repente y le explotó literalmente en plena cara. Por suerte no hubo que lamentar ninguna desgracia, aunque por la forma en que se tapó el rostro con las manos, no resultó precisamente agradable.
En cualquier caso, Yailin continuó adelante como toda una profesional a pesar de que el impacto la había aturdido y despeinado. Como dato curioso, hay que recordar que la artista se pone a menudo pelucas, aunque haya prohibido que las utilicen los asistentes a su gira por Estados Unidos, y resulta admirable que la suya aguantara la explosión de aire sin desprenderse.