(EFE).- Dos peticiones de matrimonio entre el público, nervios, amor y mucho ritmo en la única cita del cantante y compositor Carlos Rivera con el público español este verano y en la que el mexicano tuvo tiempo para marcarse un bailecito de lo más flamenco, para hablar con sus seguidores y para presentar uno de sus temas nuevos, “Digan lo que digan”.
“Estoy un poquito nervioso”, comentó antes de anunciar que iba a interpretar “una de esas canciones que uno no quiere escribir porque, aunque sirven para desahogarse, remueven sentimientos que en algún momento te han lastimado”, indicó sin dejar de sonreír.
“Pero después le di la vuelta y terminó siendo una canción del triunfo del amor porque, hoy, amar es de valientes”, sentenció mientras su mujer, la modelo Cynthia Rodríguez -con quien contrajo matrimonio en secreto recientemente y que conocía la letra a la perfección- bailó y cantó junto al artista de pie en el palco como si de un manifiesto común se tratase.
Un tema revelador y de marcado carácter autobiográfico, en él aludió a las redes sociales y a los juicios de valor que la sociedad actual se permite realizar sobre las relaciones amorosas de los demás, criticándolas y juzgándolas con dureza si no son de su agrado; y llegando, incluso, a opinar respecto a quién debe uno amar o no.
El concierto de Rivera arrancó con mucha fuerza con dos canciones muy potentes, “Lo digo” y “Amo mi locura”, y se alargó durante casi dos horas y media para el disfrute de los presentes en el auditorio de Starlite Marbella, que hacía días había colgado el cartel de “agotado”.
Durante su actuación entonó “Velero”, del cantante y compositor español José Luis Perales, con quien realizó un dúo el año pasado en su álbum tributo “Leyendas” antes de que el artista -que en enero cumplió 77 años- se retirara definitivamente de los escenarios y junto a otras grandes figuras de la canción española; trabajo del que aseguró sentirse muy satisfecho.
