Más de 2,5 millones de personas siguen sin electricidad, hay reportes de extensas inundaciones en el condado de Collier, Sanibel y Fort Myers Beach, así como daños en edificios, las redes suministradoras de energía y vehículos.
Las autoridades llamaron a la población a almacenar agua potable ante dificultades para garantizar las operaciones de las instalaciones hidráulicas.
Ian tocó tierra estadounidense ayer en la tarde por el suroeste de Florida como un huracán de categoría cuatro, lo cual lo convirtió en el quinto ciclón más fuerte registrado en la historia del país, según The Washington Post.
Los pronósticos advierten que cuando emprenda rumbo al norte llegará a las costas de Georgia y Carolina del Sur, los cuales decretaron el estado de emergencia junto a Carolina del Norte y Virginia.
Los aeropuertos de Jacksonville, Orlando y Tampa cancelaron todos los vuelos programados para este jueves y cerraron sus puertas.
La magnitud de los daños en Florida aún no es precisa debido a que los fuertes vientos y las lluvias persisten e impiden a los socorristas acceder a las comunidades más inundadas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, declaró que su administración proporcionará todos los recursos solicitados para responder al impacto de este ciclón.
Agregó que se reunirá hoy con funcionarios en la sede de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias.