(EFE).- El viceprimer ministro chino Liu He aseguró hoy que «China se abrirá cada vez más al mundo» una vez desmantelada la política nacional de «cero covid», que lastró con fuerza la actividad económica del país debido a las restricciones y estrictos confinamientos impuestos ante la propagación del virus.
«China se abrirá cada vez más al mundo. Nos centraremos en la expansión de la demanda nacional, pero haremos que las cadenas de suministro sigan funcionando y atraeremos inversiones extranjeras para impulsar el sector privado», dijo el veterano funcionario durante su intervención en el Foro de Davos, una cumbre de figuras políticas de influencia internacional y de ejecutivos de las empresas que mueven la economía mundial.
Liu destacó que China creciese un 3 % el año pasado, lo que, según afirmó, logró «conservar la estabilidad de los empleos y de las empresas».
Sobre la China pospandemia, Liu aseguró que el país está pasando a una política más laxa respecto a la covid, lo cual «es una señal de reapertura».
«La situación de la covid se está estabilizando. Hemos pasado el pico de las infecciones y está volviendo la normalidad. La vida y la producción han vuelto a la normalidad en China», afirmó.
Asimismo, Liu destacó que China está ahora «haciendo esfuerzos» para «impulsar un nuevo modelo de desarrollo sólido y de alta calidad».
«Nos centraremos en la expansión de la demanda nacional y reequilibraremos la economía. Confiamos en que en 2023 el crecimiento de China vuelva a su tendencia de crecimiento habitual. Prevemos que la economía mejore», dijo.
El político agregó que «China se opondrá al unilateralismo y el proteccionismo», aunque al mismo tiempo destacó que el país quiere «promover una competencia justa, oponiéndose a los monopolios».
«Debemos apoyar el estado de derecho y proteger los derechos de la propiedad según la ley. Debemos crear un entorno empresarial orientado al mercado, pero con un marco legal sólido», señaló.
«China tiene que seguir prosperando y habrá oportunidades para todos. El empresariado es y será un factor clave para generar riqueza. Los empresarios, chinos y extranjeros, jugarán un papel importante para lograr una prosperidad lo más común posible para todos», acotó.
Asimismo, Liu destacó la importancia de «mantener el orden económico internacional» y para eso «hay que abandonar mentalidades propias de la Guerra Fría».
«Hay que reforzar la coordinación internacional y encontrar un buen equilibrio entre inflación y crecimiento. La inflación se debe a diferentes factores. Al margen de la demanda, debemos mantener la oferta y preservar la seguridad alimentaria. No podemos agregar más riesgos de deuda a los países emergentes», indicó.
China, dijo, «buscará soluciones» a las deudas de los países en desarrollo, y seguirá «haciendo contribuciones» respecto al cambio climático.
Este martes, el país asiático anunció que su producto interior bruto (PIB) creció un 3 % en 2022, una de las tasas más bajas de las últimas décadas.
Si se excluye la cifra de 2020, año en el que China rebajó al 2,2 % su crecimiento debido al impacto inicial de la pandemia, el dato del recién terminado año es el más bajo desde que el país dio comienzo a su política de «reforma y apertura» a finales de los años 70, la semilla del ‘milagro económico’ de las décadas siguientes.
En marzo del año pasado, Pekín se marcó como objetivo oficial que el PIB creciese en torno a un 5,5 % interanual, que ya hubiera sido el ritmo de avance más lento en décadas pero que los analistas calificaron de ambicioso dado el contexto.
Sin embargo, ante la propagación de la contagiosa variante ómicron, las autoridades insistieron en redoblar su estrategia de «cero covid» con más restricciones y duros confinamientos que lastraron con fuerza la actividad económica durante diversos tramos del ejercicio.
Según algunos expertos, los datos de hoy sorprendieron por lo positivo «pero siguen siendo débiles», especialmente por el lado de la demanda, lo que no evita que existan «señales de estabilización» derivadas de las políticas de apoyo impulsadas a finales del añ