(Prensa Latina) Grupos defensores de los derechos de los solicitantes de asilo en Estados Unidos consideran hoy que las nuevas restricciones diseñadas por la administración son ilegales y estimulan la narrativa de los supremacistas blancos del país.
La nueva regla, presentada por los Departamentos de Justicia y Seguridad Nacional, supondría que aquellos individuos “que ingresan a los Estados Unidos sin documentos suficientes para la admisión legal no son elegibles para el asilo».
La norma se aplicaría mayoritariamente a los migrantes que cruzan otros países hasta llegar ilegalmente a la frontera norte de México, pero excluiría a los niños indocumentados no acompañados.
De acuerdo con el texto, la propuesta “alentaría a los migrantes a aprovechar vías legales, seguras y ordenadas hacia Estados Unidos, o de otro modo a buscar protección en los países que transitan” y sometería a una deportación rápida a quienes no cumplan con los requisitos de elegibilidad de asilo más estrictos.
Los funcionarios de la administración del presidente Joe Biden esperan que la regla entre en vigencia en mayo, después de un período de comentarios públicos de 30 días y una vez que finalice una política de expulsión masiva de la era del exmandatario Donald Trump, conocida como Título 42.
A propósito del contenido de la norma, Douglas Rivlin, director de comunicación del grupo defensor de los derechos de los migrantes America’s Voice, dijo que le resulta difícil conciliar la nueva regla de asilo con la promesa de campaña de Biden de pasar página a la crueldad y el caos de la era anterior.
El ocupante del Despacho Oval también enfrenta una reacción violenta de miembros de su propio partido por la propuesta.
El representante Chuy García, por ejemplo, la denominó una «reimplementación de la política de la era Trump que prohibirá a las personas solicitar asilo, empeorará las condiciones en la frontera y devolverá a las personas vulnerables al peligro».
Andrea Flores, exfuncionaria de la Casa Blanca, lamentó que en lugar de avanzar en el abordaje de la migración masiva regional, la administración Biden normaliza la creencia de los nacionalistas blancos de que los solicitantes de asilo de ciertos países merecen menos protección humanitaria.
«Para una administración que se esfuerza por defender la equidad racial, es profundamente desalentador verlos normalizar la narrativa deshumanizante de que los inmigrantes negros y morenos en la frontera sur merecen ser castigados por buscar un camino legal que el Congreso proporcionó para a ellos», declaró citada por el portal Common Dreams.