(EFE).- Al menos 36 personas han muerto tras la colisión de dos trenes al norte de Larissa, en Grecia central, mientras 66 personas permanecen hospitalizadas, seis de ellas en unidades de cuidados intensivos.
En total, unas 130 personas resultaron heridas, mientras continúa la búsqueda de pasajeros entre los restos de los trenes.
Los bomberos estiman que probablemente aumente el número de muertos, ya que entre los restos del tercer vagón de pasajeros, donde han recuperado los últimos dos cuerpos sin vida, hay aún una decena de cadáveres.
En los dos trenes, uno de pasajeros y otro de mercancías, viajaban unas 350 personas y 20 tripulantes, explicó la empresa de ferrocarril “Hellenic Train”.
Según la prensa local, el jefe de estación y el representante de la empresa fueron interrogados por la policía, mientras que la Fiscalía ha emitido una orden para que se investiguen las causas del siniestro.
Los trenes chocaron poco antes de la medianoche local (22.00 GMT) cerca de Tempe, una pequeña localidad situada en un valle donde se encuentra un túnel ferroviario, unos 300 kilómetros al norte de Atenas.
El de pasajeros cubría la ruta Atenas-Salónica, mientras que el tren comercial, que probablemente transportaba chapas metálicas, cubría la ruta Salónica-Atenas.
Varios vagones descarrilaron y al menos tres se incendiaron en el accidente.
De los 85 heridos que fueron trasladados a hospitales, 25 se encuentran en estado grave, mientras que un total de 53 permanecen en tratamiento y el resto ha sido dado de alta .
Los heridos más graves están ingresados en el hospital de Larissa. Entre ellos hay varios menores de edad, que viajaban en el tren nocturno entre Atenas y Salónica, los dos principales centros urbanos del país.
Unas 250 personas que sobrevivieron al choque y resultaron ilesas o con heridas leves fueron trasladadas en autobuses hacia Salónica, situada a 130 kilómetros al norte del accidente.
Un reportero enviado al lugar del accidente habló en una emisora de escenas “apocalípticas”.
El jefe de la estación de ferrocarriles de Larissa, un hombre de 59 años, ha sido detenido, acusado de homicidio involuntario tras la colisión de dos trenes.
Según la prensa local, el detenido también está acusado de provocación de lesiones corporales de forma involuntaria, así como de interferencia peligrosa en el tráfico de medios de transporte.
El arrestado era el responsable de la gestión de los trenes que circulaban en el tramo en el que se produjo el accidente y en su testimonio señaló que dio orden para que el tren cambiara de vía, pero que el sistema no obedeció.
En el marco de la investigación ordenada por la fiscalía, prestaron testimonio también otros dos funcionarios, mientras que el responsable de la empresa Hellenic Train – a la que pertenecen ambos trenes – fue interrogado esta mañana por la Policía.
“Me comprometo a que se esclarezcan las causas de esta tragedia. Haremos todo lo posible para que no suceda nunca más una cosa como esta”, dijo el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en el lugar del siniestro.
Según la televisión privada SKAI, las autoridades esperan tener más información sobre las causas que condujeron al siniestro cuando lleguen a sus manos las conversaciones grabadas en los críticos minutos previos al momento de la colisión.
El Gobierno griego ha declarado tres días de duelo nacional por las víctimas de la colisión de trenes en Larissa, en Grecia central.
A partir de hoy y hasta el próximo viernes se suspenden todas las celebraciones públicas y las banderas ondearán a media asta en todos los edificios públicos.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha asegurado esta mañana que “toda Europa está de luto” por el accidente ferroviario.
En un mensaje en su cuenta oficial de Twitter, la jefa del Ejecutivo comunitario también deseó “una pronta recuperación para todos los heridos” y escribió en griego “estamos a tu lado”.