Los clubes de striptease siempre han sido uno de los lugares de reunión favoritos entre los miembros de la escena rap. Gastarse miles de dólares en una noche en propinas y bailes privados se considera una muestra de estatus, y esa es una de las muchas costumbres que las nuevas estrellas del reguetón han adoptado de sus compañeros raperos según han ido ganando relevando en la industria discográfica durante la última década.
Este domingo J Balvin visitó por sorpresa un club de Queens conocido por ser uno de los pocos donde las bailarinas actúan completamente desnudas sobre el escenario y las camareras utilizan lencería como uniforme. Lo sorprendente es que acudió acompañado de su novia y madre de su único hijo, la modelo Valentina Ferrer. Con ellos se encontraban además un amigo, otra pareja y dos guardaespaldas.
El local ha aparecido en la película ‘Las estafadoras de Wall Street’ protagonizada por Jennifer López y en la serie ‘Billions’ y es muy popular entre las celebridades como la última parada durante sus noches de fiesta porque permanece abierto hasta más tarde que otros clubes. Eso se debe a que no cuenta con licencia para vender bebidas alcohólicas debido a distintos crímenes y altercados que se han producido en las inmediaciones y que han sido conectados de una forma u otra con el establecimiento. Sin embargo, existe una trampa: los clientes pueden llevar sus propias botellas para beberlas una vez dentro mientras disfrutan del espectáculo.
En el caso de J Balvin, él se limitó a consumir bebidas energéticas durante la hora escasa que duró su visita y acabó marchándose alrededor de las seis de la mañana sin visitar antes una de las habitaciones privadas donde se puede disfrutar de un baile mucho más íntimo con una de las strippers.
En general, el cantante consiguió mantener un perfil bajo porque nadie se acercó a saludarle ni trató de entablar conversación con él, a pesar de que varias personas le reconocieron, pero a la salida no tuvo ningún problema en posar para un selfie con una de las empleadas.