(AP) — Cuando finalice la emergencia de salud pública por el COVID-19 en Estados Unidos el próximo mes, aún tendrá acceso a una multitud de pruebas, pero con una gran diferencia: quién las paga.
Por primera vez, es posible que deba hacerse cargo de algunos o todos los costos, según la cobertura del seguro y si las pruebas se realizan en casa o en el consultorio de un médico.
Pero todavía hay tiempo para obtener algunas pruebas gratuitas antes del cambio del 11 de mayo, y aún podría haber pruebas gratuitas disponibles después. Algunos gobiernos estatales y locales pueden continuar distribuyendo pruebas caseras gratuitas a través de clínicas, bibliotecas y centros comunitarios. Y el gobierno federal, por ahora, sigue enviando pruebas gratuitas a través del Servicio Postal de EE. UU. a los hogares que aún no han recibido dos envíos.
Y no descarte esas pruebas antiguas que no ha usado. Es posible que se haya extendido la fecha de vencimiento del paquete. El sitio web de la Administración de Drogas y Alimentos proporciona una lista para verificar y ver qué pruebas siguen siendo buenas.
Los mayores cambios serán para las pruebas de venta libre, que representan la gran mayoría de las pruebas de detección en los EE. UU. en la actualidad.