(EFE).- La eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga que está enfrentando al Real Madrid y al Partizán de Belgrado ha tenido hasta el momento dos acciones claves, un triple casi sobre la bocina que dio la victoria al equipo serbio en el primer partido y la fea trifulca que se desató tras una falta en el segundo. En ambos casos ha sido protagonista el estadounidense Kevin Punter (Nueva York, 1993).
El base del equipo serbio se ha convertido en el catalizador del cruce con el conjunto español, en el elemento diferencial que ha inclinado la balanza en favor de los suyos y les ha permitido hacer gran parte del trabajo con la esperanza de finiquitarlo en el Stark Arena.
Nacido en el Bronx, zona donde el baloncesto toma la calle y forja el carácter, su etapa formativa la desarrolló vistiendo la camiseta de los Volunteers de la Universidad de Tennessee, que en fútbol americano dio forma al prestigioso quarterback Payton Manning pero que en baloncesto nunca ha sido de las consideradas referentes.
Su estancia allí no le valió para ser elegido en el draft de la NBA aunque sí para modificar su dinámica de tiro de la mano del entrenador Rick Barnes, que le hacía anotar 2.000 lanzamientos al día para dar forma ese arma de su juego que a día de hoy es letal.
El paso por la Liga de Verano con los Minnesota Timberwolves, como clavo ardiendo al que agarrarse para pisar la elite estadounidense, resultó insuficiente para colmar sus expectativas y fue entonces cuando decidió poner rumbo a Europa para labrarse allí un futuro.
La primera experiencia en el Viejo Continente la vivió en el Lavrio, equipo de una liga competitiva como la griega pero alejado del glamour de titanes nacionales como el Olympiacos o el Panathinaikos. Duró poco ya que el curso lo acabó en el Giants Antwerp, donde fue reclutado como recambio de su compatriota Corey Hawkins para disputar 16 partidos.
De ahí se marcharía a Polonia, al Rosa Radom. El destino podía parecer exótico pero fue decisivo para su carrera ya que le abrió las puertas de la Liga de Campeones, la competición que le lanzó a la fama en el panorama internacional.