YAHOO.- Britney Spears se ha visto envuelta en un nuevo escándalo en el que esta vez comparte protagonismo con una estrella de la NBA. Lo que se sabe hasta ahora es que la princesa del pop recibió un golpe cuando trató de acercarse a Victor Wembanyama en un restaurante de Las Vegas.
Como suele suceder en estos casos, existen dos versiones de los hechos. Victor sostiene que no se enteró de que se trataba de Britney hasta mucho más tarde, y recalca que la mujer que le abordó no respetó su espacio personal.
«He visto las noticias, obviamente, y luego me desperté con un par de llamadas. No vi lo que pasó, porque iba caminando recto y nos dijeron que no nos paráramos. Pero esa persona me agarró por detrás. No por el hombro, me agarró por detrás, y por eso sólo sé que los de seguridad la apartaron. Aunque no sé con cuánta fuerza. Pero la seguridad la empujó. No me paré a mirar para poder entrar y disfrutar de una agradable cena», ha asegurado en declaraciones a la emisora KENS 5.
Sin embargo, Britney insiste en que no hizo nada para que se la percibiera como una amenaza: «Las experiencias traumáticas no son nada nuevo para mí y he vivido mi buena ración de ellas. No estaba preparado para lo que me ocurrió anoche. Reconocí a un atleta en el vestíbulo de mi hotel cuando me dirigía a cenar. Más tarde fui a un restaurante de otro hotel y volví a verle. Decidí acercarme a él y felicitarle por su éxito», ha escrito en Instagram.
La princesa del pop sabe que Victor sostiene que ella intentó agarrarle, pero ha querido dejar claro que fue un «simple» toque en el hombro para llamar su atención porque había mucho ruido a su alrededor. También ha recalcado que ella misma había sido «acosada» por un grupo de fans momentos antes, pero nadie en su equipo de seguridad perdió los nervios y recurrió a la violencia.
«Simplemente le di un golpecito en el hombro. A continuación, su seguridad me golpeó en la cara sin mirar atrás, delante de una multitud. Casi me derriba y me arrancó las gafas de la cara».
El otro punto de debate es qué tipo de golpe recibió Britney: si fue una bofetada intencionada o un manotazo errante que la alcanzó por error mientras los guardaespaldas del joven jugador de baloncesto intentaban abrirle camino. Este detalle resultaría clave en la «investigación criminal» que al parecer se ha abierto en torno al incidente.
El esposo de Britney, Sam Asghari, tiene claro que ella ha sido víctima de una agresión en toda regla que personalmente atribuye a la forma denigrante en que se sigue tratando a las mujeres en el mundo de los deportes y del entretenimiento. Pero a ello, no considera a Victor responsable de lo ocurrido.
Un testigo presencial llamado Brian Grajales ha descrito una situación en la que el comportamiento de Britney podía dar lugar a cierta alarma por parte del dispositivo de Victor. Según su testimonio, la artista utilizó en todo momento un acento británico falso y consiguió colarse en el círculo que rodeaba al deportista para colocar su mano en algún lugar de su espalda.
«Victor entró en el restaurante y siguió a lo suyo. Un par de personas se quedaron atrás para ver cómo estaba. Supongo que no sabían que era Britney, así que lo harían sólo para contenerla y evitar que se acercara más. Fue entonces cuando la sacaron del restaurante y ella gritó con acento británico: ‘Esto es America’, en un tono de enfado. En ese momento no la vimos entrar, pero cuando terminamos de comer y salimos, seguía merodeando y supongo que tenía un grupo de gente a su alrededor».
