Salud

Los síntomas de la enfermedad venosa, más comunes en verano

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MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) - La enfermera Alma Castan, especialista en heridas y compresión de Essity, ha advertido de que el verano agrava los síntomas de la enfermedad venosa crónica, una de

Fuente: https://www.infosalus.com/asistencia/noticia-sintomas-enfermedad-venosa-mas-comunes-verano-20230802180503.html

MADRID, 2 Ago. (EUROPA PRESS) –

La enfermera Alma Castan, especialista en heridas y compresión de Essity, ha advertido de que el verano agrava los síntomas de la enfermedad venosa crónica, una de las patologías vasculares más prevalentes en España, debido al calor.

«Debido a la vasodilatación de los vasos sanguíneos que se produce con el aumento de las temperaturas, los síntomas de la enfermedad venosa crónica se agravan en verano», explica la enfermera, que recuerda que los síntomas más habituales son la pesadez y el picor en las piernas, el cansancio, los calambres o la hinchazón en los tobillos.

El trastorno venoso crónico cubre un amplio espectro, ya que comprende las diferentes anomalías morfológicas y funcionales del sistema venoso de larga duración; es decir, desde las venas reticulares hasta las úlceras venosas. De hecho, en España la enfermedad venosa crónica es uno de los 10 problemas de salud en los mayores de 15 años, ya que son el grupo de población que la padece con mayor frecuencia.

En este sentido, ha recordado que las venas varicosas aparecen por el debilitamiento y disfunción de las válvulas del sistema venoso, que son las encargadas de controlar la circulación sanguínea hacia el corazón. Cuando hay un aumento de la presión venosa, la sangre puede acumularse en las extremidades inferiores y quedarse acumulada en los vasos sanguíneos, derivando en la dilatación venosa.

Por tanto, suelen aparecer en las pantorrillas y en la cara interna de las piernas. Además, son rápidamente identificables porque la propia hinchazón de la vena es el primer síntoma visible, adquiriendo una tonalidad morada o azul, y pueden conllevar un riesgo grave para la salud.

MÁS COMÚN EN MUJERES

Los expertos ponen el foco sobre los factores de riesgo que son modificables. No todos cumplen estas características, ya que «algunos de los factores que se asocian con frecuencia al desarrollo de la insuficiencia crónica no se pueden evitar con posterioridad, como son la edad avanzada, la genética, o el haber estado embarazada», afirma la enfermera de Essity.

En consecuencia, las mujeres se ven más afectadas por las diferentes manifestaciones de la enfermedad venosa crónica. Los embarazos, el parto o la toma de anticonceptivos hormonales se pueden considerar factores de riesgo específicos de la población femenina.

Sin embargo, la población sí puede cambiar otros aspectos de su vida. Por ejemplo, la enfermera recuerda que aquellas personas que están de pie muchas horas al día deberían utilizar medias de compresión para prevenir la patología. También es recomendable evitar las prendas que aprieten y los calcetines o zapatos muy estrechos.

La presión ejercida sobre las venas es otro de los factores que puede favorecer la aparición de venas varicosas. Por tanto, las personas cuyas profesiones requieren estar muchas horas al día levantado son más susceptibles de tener peor circulación sanguínea y, por tanto, dilatación de las venas.

HÁBITOS DE VIDA PARA REDUCIR EL IMPACTO DE LAS VENAS VARICOSAS

Además de los factores no modificables o más vinculados al ámbito laboral, es posible prevenir la insuficiencia venosa crónica si se lleva un estilo de vida saludable. Los especialistas recomiendan mantener una dieta que sea baja en grasas saturadas y rica en fibra para combatir el estreñimiento, otro de los factores que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad.

También se recomienda la realización de ejercicio de forma regular. Caminar, correr o nadar son algunas de las actividades más recomendadas por los expertos para favorecer la circulación sanguínea, mejorar el retorno venoso y el fortalecimiento de los músculos. Además, actividades sencillas como elevar las piernas sobre el nivel del corazón ayudan a que la sangre fluya mejor y se reduzca la presión de las venas. Aplicar agua fría en las piernas y tobillos también mejora la circulación y puede ayudar a prevenir las varices.

LA TERAPIA DE COMPRESIÓN ES LA MEDIDA MÁS EFECTIVA

La terapia de compresión está considerada una de las mejores opciones terapéuticas para el tratamiento de los pacientes que sufren o pueden sufrir problemas venosos, ya que es una terapia no invasiva que puede estar a disposición de los pacientes de forma sencilla.

«Es uno de los tratamientos más utilizados, mediante el uso de medias de compresión, vendajes de compresión o sistemas autoajustables tipo velcro», señala la enfermera. «Una ventaja excepcional de este tipo de terapia es que nos sirve tanto para la prevención como para el tratamiento de la enfermedad venosa crónica», concreta.

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