Madrid, 13 Ago. (EUROPA PRESS) – La presidenta peruana, Dina Boluarte, no asistirá a la toma de posesión del presidente paraguayo, Santiago.
La presidenta peruana, Dina Boluarte, ha decidido no asistir a la toma de posesión del presidente paraguayo, Santiago Peña, permitiendo en su lugar que la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Cecilia Gervasi, asista a la investidura del 15 de agosto.
La oposición peruana ha expresado en varias ocasiones su preocupación por la posibilidad de que el Presidente, investigado por su presunta implicación en la muerte de manifestantes en los últimos meses, aproveche su viaje oficial para solicitar asilo.
Sin embargo, Boluarte ya ha viajado al extranjero desde que asumió el cargo en circunstancias difíciles tras la destitución de su predecesor Pedro Castillo. Viajó a Brasil para asistir a la cuarta cumbre del Tratado de Cooperación Amazónica (TCA), encabezada por su colega Luiz Inácio Lula da Silva.
El primer ministro peruano, Alberto Otarola, declaró que «no hubo peligro ni fuga, como es de conocimiento público». Respetamos todas las posiciones con respecto a las opiniones de los líderes políticos y los bloques parlamentarios», añadió.
En respuesta, la bancada de izquierda del Parlamento advirtió que si bien el Parlamento permitió la salida del país del Presidente, la votación no fue tomada por mayoría, y que entiende que muchos diputados no están convencidos de la validez de la propuesta y buscarán una resolución de censura por la vacancia causada por este viaje al exterior.
Según el artículo 115 de la Constitución, «cuando el Presidente de la República abandone el territorio nacional, asumirá sus funciones el Primer Vicepresidente» y, en su ausencia, el Segundo Vicepresidente.
El nuevo artículo estipula que «en ausencia del Vicepresidente, el Presidente de la República asumirá el cargo a distancia, utilizando la tecnología digital correspondiente». La crisis política y social que vive Perú desde principios de enero de 2023 tras la destitución de Castillo, y las numerosas críticas al régimen de Boluarte por su mortífera represión de las protestas y su incompetencia jurídica, han impedido al nuevo presidente asistir a varias cumbres regionales celebradas en los últimos meses.
