El presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, ha augurado una alta participación en las elecciones que se celebran este miércoles.
El presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, ha augurado una alta participación en las elecciones que se celebran este miércoles tras acudir a las urnas junto a su esposa, Auxilia Mnangagwa, en unos comicios marcados por la grave crisis económica que atraviesa el país y la persecución de los opositores políticos.
Según el diario zimbabuense The Herald, «he cumplido con mi deber como ciudadano de este país al decidir quién debe ser presidente», declaró Mnangagwa a la salida de un colegio electoral en el distrito de Chilumuhans.
Mnangagwa subrayó que estaba «muy interesado» en estas elecciones por la mayor concienciación de la gente, incluida la generación más joven, a la hora de votar. Esta vez hemos registrado una participación muy alta».
El Presidente Mnangagwa subrayó: «Tenemos más de seis millones de votantes registrados, lo que supone un aumento de 1,5 millones desde que teníamos unos cinco millones la última vez».
La hiperinflación y la corrupción vuelven a poner en jaque los más de 40 años de gobierno de la Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF). La oposición, encabezada por la Coalición Ciudadana por el Cambio (CCC), liderada por Nelson Chamisa, confía en que la crisis económica decante a su favor unas elecciones cuya transparencia ha sido muy cuestionada.
Además de elegir a un nuevo presidente el miércoles, los zimbabuenses también elegirán a 350 miembros del Parlamento y de los consejos locales, incluidos 270 escaños de la Asamblea Nacional (60 de ellos ocupados por mujeres) y 80 del Senado.
La Comisión Electoral de Zimbabue anunció esta semana que el ganador de las elecciones presidenciales se dará a conocer el 28 de agosto y que está terminantemente prohibido anunciar los resultados antes de esa fecha, por lo que los infractores se exponen a penas de cárcel.