(ANSA-Italia) – Roma, por Marco Assab – La nueva amenaza para el empleo puede llamarse inteligencia artificial. Y es que la difusión de la inteligencia artificial pondrá en peligro hasta 8,4 millones de trabajadores italianos, incluidos los más cualificados.
La voz de alarma la ha dado la Confederación Italiana de Artesanos (Confartigianato), que advierte en un informe de que el 36,2% del total de ocupados se verá gravemente afectado por la innovación tecnológica y los procesos de automatización.
Sin embargo, el impacto no será uniforme en toda la península. De hecho, la región más afectada es Lombardía, donde se verán afectados el 35,2% de los empleados contratados en 2022. Le sigue Lacio, con un 32%, y en tercer lugar Piamonte y Valle de Aosta, con un 27%.
El panorama es aún más sombrío si se observan otras grandes economías europeas. En Alemania y Francia, el 43% y el 41,4% de los trabajadores están en riesgo, respectivamente, según Confartigernat.
En Luxemburgo, la cifra es del 59,4%. En general, la media europea es también superior a la italiana, con un 39,5%. Las profesiones más expuestas al riesgo son las más cualificadas y de contenido intelectual y administrativo.
Van desde los técnicos de la información y la comunicación hasta los gestores administrativos y comerciales, pasando por los profesionales de las ciencias empresariales y administrativas, las ciencias y la ingeniería o los gestores administrativos.
Por otro lado, las ocupaciones con menor riesgo son las que implican tareas manuales no estándar. Según un reciente análisis del acceso al mercado laboral, la expansión de la inteligencia artificial amenaza al 25,4% de los trabajadores que entrarán en las empresas en 2022, es decir, 1,3 millones de personas.
En las pequeñas empresas de hasta 49 empleados, la proporción es del 22,2%, es decir, 729 000 personas.
Sin embargo, la arriesgada inteligencia artificial también podría ser una oportunidad. Confartigianato subraya que la IA es un arma que las empresas pueden utilizar para optimizar sus actividades.
En concreto, el 6,9% de las PYME italianas utilizan robots en sus procesos, por encima de la media europea del 4,6% y el doble del 3,5% de Alemania en particular.
Además, el 5,3% de las PYME utiliza sistemas de inteligencia artificial y el 13% tiene previsto invertir en aplicaciones de IA en un futuro próximo.
Así pues, hay riesgos pero también beneficios en las nuevas fronteras. Según Marco Granelli, Presidente de Confartigianato, la IA debe considerarse un «medio» más que un «fin» y, sobre todo, debe «gestionarse con inteligencia artesanal en lugar de temerla».
De este modo, la IA puede ser «una herramienta para potenciar la creatividad y las habilidades sin parangón de los empresarios». Granelli concluye que «no hay robot ni algoritmo que pueda copiar el saber hacer artesanal y simular el alma de los productos y servicios bellos y bien hechos que hacen que el Made in Italy sea único en el mundo». (ANSA)».