VALÈNCIA. El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, aseguró que el polémico beso que compartió con Jenni Hermoso tras ganar el Mundial femenino ‘No tengo ninguna intención de dimitir’, afirmó en la Asamblea General.
‘No tengo ninguna intención de dimitir. Esto es una cacería que he sufrido durante cinco años. Esto es un asesinato social. Seguiré luchando’, dijo Rubiales.
‘Fue espontáneo, mutuamente feliz y consentido. Este jugador falló un penalti. ‘Tengo una gran relación con todos los jugadores, somos como una familia desde hace más de un mes en esta concentración y hubo momentos de cariño’, dijo en su discurso.
Rubiales describió cómo levantó a los jugadores. ‘Y yo casi me caigo. Cuando me dejó en el suelo, nos abrazamos. Le dio una última palmada en el costado, se despidió y se fue riendo. Ese es el orden de todo”.
Para Rubiales, no se trata de hacer justicia, sino de cometer un asesinato social’.