Entre abril y junio, el Producto Interior Bruto (PIB) de las comunidades autónomas aumentó sólo un 0,1% respecto al trimestre anterior, lo que reduce a la mitad la variación interanual, del 3% al 1,5%. ¿Cuánto cayó el gasto de los hogares y las instituciones sin ánimo de lucro, un 0,5%, frente al aumento del 0,5% del conjunto de España? En cualquier caso, la demanda interna gallega sigue impulsando la expansión, pese a la incertidumbre que rodea a la espiral inflacionista y al impacto de la fuerte subida de los tipos de interés.
La pérdida de consumo privado se compensó con un aumento del gasto público del 3,4% respecto al segundo trimestre de 2022 y un incremento del 2,4% de la formación bruta de capital, es decir, de la inversión empresarial. La demanda externa contribuyó en 0,7 puntos porcentuales al aumento del PIB regional, ya que las exportaciones de bienes y servicios de las empresas gallegas aumentaron un 0,4% y las importaciones disminuyeron un 0,7%.
Las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, que sufrieron durante el peor periodo de la pandemia, contribuyeron al PIB gallego desde el lado de la oferta, aumentando un 4,4% en el segundo trimestre en comparación con el mismo periodo de 2022. Le siguieron la construcción (+3,6%) y el comercio, el transporte, la hostelería y la restauración (+3,1%), con unos precios de los productos más altos que ayudaron a cubrir el hueco de la demanda. La industria gallega creció un 1,8% entre abril y junio, mientras que la fabricación aumentó un 1,6%. Las ocupaciones profesionales subieron un 1,6%, las inmobiliarias un 1,4% y la administración pública, sanidad y educación un 1,3%. La agricultura, la ganadería y la pesca cayeron un 0,4%, la industria de la información y las comunicaciones un 0,8% y la industria financiera y de seguros un 8,6%,
En medio de la contracción del consumo, una de las principales claves de la resistencia de la economía gallega ha sido la fortaleza del empleo, que ha mantenido bajo control la carga inflacionista de los hogares. El empleo a tiempo completo ha superado los 1.059.000 puestos de trabajo (unos 20.500 nuevos empleos), tras aumentar un 1,9% el año pasado. Destacan los aumentos en la industria primaria (5,6%) y las actividades artísticas (3,4%). El único sector que registró un descenso del empleo fue el de los servicios financieros, con una caída del 1,1%.