27 Ago, Logroño (EUROPA PRESS)-.
El proyecto de voluntariado misionero ‘Cara a Cara’, organizado por ACG, visitará un año más la región de El Alto, en Bolivia, para realizar actividades de apoyo social, educativo y sanitario. Doce voluntarios de diferentes regiones de España participan en esta iniciativa, pasando el mes de agosto «inmersos en la cultura boliviana» y aprovechando la ocasión para «ayudar a las familias más necesitadas».
Desde su llegada a Bolivia, el grupo de voluntarios ha trabajado en escuelas, centros de salud y actividades parroquiales. Por las tardes, también han asistido a charlas y talleres con profesores, animadores de tiempo libre, matrimonios y grupos de confirmación, y han visitado el área de misión de la comunidad misionera de la parroquia Jesús Obrero de El Alto.
Unas semanas antes de su viaje de regreso a España, varios misioneros compartieron con Europa Press sus historias y los proyectos en los que más se implicaron.
María Dolores Madrid, enfermera y voluntaria de Cara a Cara, dijo: ‘Decidí unirme al proyecto porque me gustó la idea de poder combinar la evangelización con el voluntariado como enfermera.
Espero poder ofrecer un poco de lo que sé y aprender mucho. Estoy muy contenta de haber tomado la decisión de venir aquí’, confiesa.
Madrid explica que está trabajando con el ‘Equipo de Cuidados Paliativos del Centro de Salud Jesús Obrero’ por las mañanas. Madrid afirma: ‘Me impresionó mucho la iniciativa de este equipo de cuidados paliativos, que es casi único. El número de pacientes abarca desde la ciudad de El Alto hasta La Paz, por lo que se puede tardar hasta una hora y media en visitar a un paciente.
‘Es una gran oportunidad poder ayudar a esa familia, a esa persona, en todos los aspectos: físico, psicológico y espiritual. Para mí ha sido muy enriquecedor», afirma.
Otra voluntaria, Elvira Argudo, colabora con el centro ‘Kurumi’, que ‘acoge a niños de familias desestructuradas, les proporciona alimentación e higiene diaria y les ayuda en sus deberes en la medida de lo posible’.
Son hijos de madres que trabajan en empleos muy precarios y luchan cada día por sacar adelante a sus hijos. La mayoría de ellas lavan la ropa para extranjeros o hacen zumos para vender en el mercado».
Además, confiesa que lo que más le reconforta es que «los niños aprecian cualquier gesto que tengas con ellos. Te abrazan y te sonríen».
Juan Melgarejo, de Murcia, dice que participa especialmente «visitando a las familias del Centro de Educación Alternativa de Nogal y pasando tiempo con los niños». Dice que le interesa especialmente visitar a las familias porque cada una tiene su drama y en la mayoría de los casos poco pueden hacer para sobrevivir o salir adelante.
Melgarejo también dijo que durante sus visitas a los huertos solares, había ‘notado la extrema pobreza’ entre las familias involucradas. ‘Se trata de un proyecto para construir un huerto para autoconsumo y para vender las hortalizas, con el objetivo de que la familia tenga ingresos’.
Por último, Iñigo Alonso, de La Rioja, dijo que lo que más le gustaba de la misión religiosa era que «las distintas capillas de nuestra parroquia están encantadas de celebrar todas las actividades religiosas, incluida la Eucaristía». ‘En cuanto al voluntariado, merece una mención especial el trabajo que hacemos con CEEMAN y el Centro de Educación Especial de Mururata.
Les tratamos con mucho cariño y estamos muy agradecidos por todo lo que podemos hacer’.
Acción Católica General ha puesto en marcha un blog para mantener informados a los voluntarios sobre su día a día y sobre los proyectos que desarrolla Cara a Cara 2023.
